No era un día fácil el de hoy para el Atlético de Madrid. Los de Simeone regresaban a casa tras la humillante derrota en Copa del Rey, ante el Athletic Club. Mucha gente tenía dudas acerca del ambiente que habría en el Metropolitano, pero la afición, como siempre, no falló.
Un comienzo frenético
El partido empezó de la misma manera que suele suceder en los partidos de casa de los rojiblancos, presión alta y posesión de balón. Esto generó muchos problemas a la defensa del Betis, que se mostró muy dubitativa e imprecisa en los primeros compases del encuentro.
Tras un par de llegadas, un centro desde la banda derecha generó una serie de rebotes en el área chica y el balón acabó dentro de la portería del Betis. Entre Mario Hermoso, Pezzella y Rui Silva acabaron adelantando al Atlético de Madrid en el marcador.
Tras esto, todo siguió de la misma manera. Los de Simeone generando muchas pérdidas del conjunto rival y achuchando el segundo gol. Tuvo Memphis Depay una gran ocasión en un mano a mano que Rui Silva solventó con una buena parada.
En el minuto 27, Soto Grado señaló un claro penalti sobre Álvaro Morata, que él mismo se encargaría de lanzar. El delantero madrileño falló la pena máxima y el posterior rechace. Sin embargo, se pudo resarcir de su doble error y en el 43 puso el 2-0 tras empujar un balón en la línea de gol.
Abonados a sufrir
Que sería del Atlético de Madrid sin sufrir en un partido. La segunda mitad fue parecida a la primera en sus primeros compases, pero pronto el Betis se haría dueño del balón y de las ocasiones. Las entradas de Guido Rodríguez y William Carvalho al descanso fueron totalmente claves para el equipo andaluz.
Entre el dominio del Betis, tuvo el Atlético de Madrid una clara ocasión para poder sentenciar el partido. Mario Hermoso, sin marca, recogió un centro cerca del punto de penalti y remató, muy fácil para Rui Silva. El defensa madrileño tenía tiempo para controlar el balón, pero optó por tirar de primeras.
En el minuto 62, William Carvalho limpió las telarañas de la portería de Oblak y metió un auténtico golazo. Esto sirvió para que el equipo de Pellegrini se volcase e hiciese sufrir al conjunto rojiblanco. Rozando el 80 Jan Oblak realizó la parada de la jornada, salvando al equipo.
Poco más pasó y el Atlético de Madrid se llevó una importantísima victoria para afianzarse en la 4ª plaza.