Las intenciones del Atlético de Madrid desde el principio estaban muy claras: intentar marcar y poner distancia. Las de Víctor Martín, ya desde la primera fase, buscaban la meta contraria, lo que les daba cierta tranquilidad. Debían tener cuidado, ya que el Eibar, que se jugaba mucho, no iba a desperdiciar ninguna ocasión, por pocas que tuviera.
El control rojiblanco era casi completo, y esto le daba mucha tranquilidad a su entrenador, que buscaba más de sus jugadoras. Con el paso de los minutos, este dominio fue a mayores, y eso generaba todavía más inquietud en las visitantes. Fiamma estaba siendo protagonista, con algún remate que puso contra las cuerdas a la meta rival.
El Atlético, a aumentar la fluidez en la primera parte
El gol se estaba acercando, ya que el Atlético estaba mostrando una gran versión sobre el césped de Alcalá. Sin embargo, no estaban encontrando la precisión necesaria, lo cual frustraba a la afición colchonera. La presión era abrumadora, y el guion se estaba cumpliendo para las rojiblancas, que no se conformaban.
Las ocasiones no dejaban de llegar para un equipo, el local, que debía meterle una marcha más al partido. Con un Eibar impotente, ahogado ante su presión, el Atlético de Madrid necesitaba dar un paso hacia delante. La clave era seguir manteniendo el control y ser más incisivas de cara a la puerta contraría, su gran reto en el primer tiempo.
No dejaban de intentarlo, pero no encontraban la eficacia para poder batir a la guardameta del Eibar. Esto, sin ser preocupante, sí que era un foco de atención para el Atlético de Madrid, que necesitaba aumentar el ritmo. Estaban jugando bien, pero debían subir sus prestaciones si querían adelantarse pronto en el marcador.
Ane Campos adelanta al Eibar, que da la sorpresa en la segunda parte
Tras el paso por los vestuarios, el Atlético de Madrid empezó muy enchufado, consciente de que no debía perder el tiempo. Había que mejorar en cuanto a fluidez y ritmo de balón, pero las sensaciones eran positivas. El Eibar, sólido, no estaba teniendo demasiados problemas a la hora de mantenerse vivo, algo negativo para las rojiblancas.
Las mejores ocasiones, a lo largo del choque, caían del lado local, que buscaba, sin demasiado acierto. Esto era algo que desquiciaba a su afición, que no terminaba de ver el 1-0. Es más llegó el 0-1 para el Eibar, tras un rechace de Lola Gallardo.
Ane Campos, aprovechándose del rechace de la portera sevillana, dio la campanada en Alcalá, lo que puso contra las cuerdas al Atlético. Rápidamente, le quisieron dar la vuelta al partido, generando más ocasiones. La meta del cuadro eibarrés tuvo que intervenir en alguna aproximación para evitar el empate.
El Atlético de Madrid, a liberarse del atasco
La diana visitante demostró que el conjunto capitalino se encontraba atascado y necesitaba escapar de esa situación. Sus intentos aumentaron, pero faltaba esa eficacia que siempre define. Los conocidos como ‘pequeños detalles’ se le estaban escapando al Atlético de Madrid, que necesitaba reaccionar cuanto antes.
Entretanto, la grada de Alcalá se tensaba, ya que la colegiada, desde su punto de vista, no tenía su mejor día. Con los cambios, Víctor Martín buscaba darle más dinamismo a su equipo, que debía dar un paso hacia delante. Pasaba el tiempo y no encontraban el momento para volver a meterse de lleno en el choque.
El Atlético, en busca de meter más presión
En el tramo final, no dejaban de intentarlo, pero el Eibar se estaba mostrando más sólido a cada minuto que pasaba. Es más, las visitantes perdían tiempo de forma cada vez más descarada, lo que irritaba a todos en Alcalá. Esto les dejaba menos opciones a las rojiblancas para tratar de remontar un encuentro muy complicado.
Fiamma Benítez mete de lleno al Atlético de Madrid, pero no es suficiente
Casi cuando menos se lo esperaban, llegó el tan ansiado tanto del empate, obra de Fiamma Benítez. La internacional, en el corazón del área, se aprovechó de un pase raso de Luany para poner el 1-1 y revivir a las colchoneras. Gracias a ello, los últimos minutos se convirtieron en un auténtico asedio por parte del plantel local.
No dejaron de buscarlo, demostrando que, a pesar de todo, iban a luchar hasta el final para hacerse con el partido. El asedio se hizo cada vez más evidente, a pesar de los intentos de pérdidas de tiempo visitantes. Finalmente, con todo, no pudieron llevarse los tres puntos, dando un pequeño paso atrás en la Liga F.