En el Metropolitano, la calma es solo aparente. La directiva sabe que, salvo una venta importante, no habrá más movimientos de entrada en este mercado. Simeone cuenta con una plantilla de siete incorporaciones y, de momento, no se contempla ningún fichaje extra.
Simeone sabe que algunos jugadores han perdido peso en la plantilla. Entre ellos está un futbolista que fue clave en el pasado, pero cuyo rendimiento ha caído en las dos últimas temporadas. Su salida podría convertirse en la llave que abra nuevas posibilidades.

Una gran operación que puede marcar el futuro
La Juventus se ha lanzado por Molina y ya ha mantenido los primeros contactos con el Atlético. Según publica La Gazzetta, los rojiblancos han tasado al lateral en una cifra de entre 25 y 30 millones de euros. El club italiano, sin embargo, intentará rebajar esa cantidad o incluso plantear fórmulas alternativas.
El conjunto transalpino estudia opciones como una cesión con opción de compra o la inclusión de jugadores en la operación. Nombres como Vlahovic, Nico González o McKennie han salido a la palestra, aunque el Atlético no contempla estos intercambios por ahora. La intención rojiblanca es clara: dinero en firme.

Molina, de 27 años, campeón del mundo con Argentina, no atraviesa su mejor momento deportivo. La última temporada perdió todo el protagonismo ante Marcos Llorente y Giuliano, lo que le dejó sin la titularidad que había tenido en sus primeros cursos en Madrid.
Un alto precio que no convence a nadie
El Atlético considera que su valor sigue siendo alto por la experiencia y el cartel internacional del jugador. En Inglaterra, el Bournemouth ya ofreció 20 millones de euros por él, pero la propuesta fue rechazada tanto por el club como por Simeone y el propio jugador.
El fichaje de Marc Pubill complica aún más la situación de Molina. El lateral derecho ya no es intocable y Simeone incluso piensa en emplearlo como central. Con esta reestructuración táctica, la salida del argentino gana cada día más fuerza.
El club ha gastado 175 millones en fichajes este verano y necesita ingresos para mantener el equilibrio financiero. Con 68 millones recuperados en ventas, la operación Molina se convierte en una de las llaves para seguir ajustando la plantilla.