Después de la derrota del Atlético de Madrid en Dortmund, los de Simeone tenían un importantísimo partido por delante. Con el empate del Athletic Club, los rojiblancos tenían la oportunidad de, en caso de victoria, colocarse seis puntos por encima de los vascos.
El encuentro no se comenzó de la manera que merecía el partido, ni los aficionados. El Alavés empleó un fútbol sencillo, pero efectivo, balón largo y a buscar las segundas jugadas. La defensa del Atlético de Madrid no supo defender bien estas acciones y el conjunto local creaba problemas y se acercaba a la meta de Jan Oblak.
Una primera parte apagada
El Alavés llevaba un gol anotado en los últimos cinco encuentros. Se hablaba mucho durante la previa la dificultad del conjunto de Vitoria para ver puerta y poco tardaron en hacerlo ante el Atlético de Madrid. En el minuto 14, una mala acción defensiva del Atleti acabó en un remate desde la frontal por parte de Benavidez.
El capitán del Alavés ajustó perfectamente el balón y Oblak solo pudo recogerlo desde dentro de la portería. Segundos después del gol, el pequeño de los Simeone pudo hacer el 2-0 para los locales, pero se le marchó fuera el remate. La primera parte del Atlético de Madrid estaba siendo peor de lo que uno podía imaginar.
Pases poco efectivos, horizontales y sin peligro, jugadores sin intensidad ni ambición y el Alavés dejándolo todo en el campo. Las segundas jugadas fueron todas para el equipo local. La única “ocasión” para los rojiblancos fue un recorte y posterior remate de Lino que desvió fácilmente Sivera a córner.
No acabaría sin polémica la primera parte, pues Gil Manzano señaló en el descuento un penalti por mano de Azpilicueta. Finalmente, el árbitro rectificó, pues el balón venía de la cabeza del propio Azpilicueta.
Apenas cambió nada en la segunda mitad
Simeone decidió dar entrada a Saúl Ñiguez en el descanso, dejando a Rodrigo De Paul en el banquillo. El Alavés, como era previsible y normal, dio un paso atrás y el Atleti se hizo aún más con el dominio del balón.
Un dominio muy estéril, sin ocasiones y con mucho pase horizontal. No hubo ocasiones por parte de los rojiblancos y pasaban los minutos. Simeone sustituyó a Pablo Barrios para dar minutos a Rodrigo Riquelme, que lo intentó varias veces por banda derecha.
Tuvo Samu Lino la mejor ocasión, después de un gran pase de Nahuel Molina. El brasileño, desde el punto de penalti quiso ajustar su remate, pero Sivera lo detuvo sin muchos problemas, pues no le dio potencia. Simeone hizo debutar al canterano Abde, con quien buscaría el empate.
No solo no empataron los rojiblancos, sino que Luis Rioja hizo el 2-0 en el minuto 93 con un remate de volea desde la frontal del área impresionante. El partido terminaría con esto y los de Simeone volvería a caer dejando una imagen indigna de un club como el Atlético de Madrid.