A pesar de su edad (34 años), Azpilicueta sigue teniendo mucho fútbol en sus pies. Llegó esta temporada como una oportunidad de mercado, donde el Atleti ganaría en veteranía, personalidad y actitud. Su rendimiento deportivo tampoco estaba en duda, pues fue una pieza clave para el Chelsea durante muchos años.
Además, su polivalencia le permitía jugar tanto de carrilero como central en la defensa de 5, algo vital para Simeone. Cayó de pie en el club, conviritiéndose en uno de los capitanes sin brazalete de la plantilla que liderada tanto dentro como fuera del césped. Tuvo varios tramos donde contó mucho para el argentino, aunque ha ido relegándose poco a poco a un papel secundario.
Y es evidente, pues los jugadores que tiene por delante, ya sea por edad o estado físico, les invita a tener más minutos que Azpilicueta. Pero el jugador lo sabe y, agradecido, acepta un rol que pasa de desapercibido, pero que es vital en un equipo de fútbol. Desgraciadamente, en los octavos de final de copa ante el Madrid sufrió una aparatosa lesión que lo ha alejado de los terrenos de juego.
Sus problemas con el menisco ha hecho que se pierda hasta 13 partidos esta temporada, un número bastante grande. La espera se hizo larga, pues el Atleti necesitaba fondo de armario tras los problemas constantes que había en la defensa. No obstante, no fue hasta el pasado 13 de marzo que volvió ante el Inter de Milán, donde jugó 21 minutos.
Era un regreso esperado por todos, pues ha sido un futbolista que esta temporada siembre ha dado una buena nota en cada partido. Evidentemente, su edad le aleja de futbolistas cuyo ritmo es inalcanzable para muchos defensas, pero su inteligencia sobre el césped lo compensa.
Villarreal, el momento de la consolidación
A pesar de dar la cara frente al equipo italiano, se veía que Azpilicueta necesitaba rodaje. De hecho, no tuvo minutos frente al Barcelona pocos días después. Aún así, el parón de selecciones le ha servido para ponerse a punto y se demostró en La Cerámica.
No fue titular, pero cumplió como si lo fuera durante los 24 minutos que Simeone le introdujo en el campo. Como lateral diestro, Azpilicueta aportó una cualidad ofensiva que el Atleti no había tenido por esa banda durante todo el partido. Además, daría la asistencia en el gol de Saúl que serviría para dar los tres puntos al Atlético de Madrid.
Simeone confía en él más que nunca, pues está al servicio de todo lo que le pida. Un hombre de club que, tras su regreso, el Atleti se siente más protegido, seguro y confiado. Cruzan los dedos para que el menisco no vuelva a dar problemas para tener al mejor "Azpi" en el tramo más importante de la temporada.