El Atlético de Madrid, que cuenta con la vuelta de Joao Félix a los entrenamientos, sigue preparando la temporada. A falta de refuerzos, el cuadro de la capital necesita dar un notable golpe sobre la mesa para poder crecer. Diego Pablo Simeone necesita a todos, y podría contar con algún que otro recurso inesperado.
Este podría ser el caso de quien fuera en su momento una de las grandes apuestas de la entidad colchonera: Marcos Paulo.
El accidentado periplo de Marcos Paulo en el Atlético de Madrid
A su llegada, en 2021, a la primera plantilla colchonera, se le presentó como un jugador con gran potencial y futuro. De hecho, con apenas 20 años, podía escoger a cualquier equipo y lo hizo seleccionando al Atlético de Madrid. Sin embargo, desde su aterrizaje en la capital, su trayectoria ha sido de todo menos exitosa.
En un primer momento, era un gran fichaje, ya que, además de sus cualidades, contaba con otra virtud inesperada. Esta no era otra que su condición de comunitario, ya que defendía los colores de la selección de Portugal, el país de su abuelo. Tal y como recuerda As, este era un fuerte argumento a su favor si Vitolo se marchaba al Getafe.
No solo eso, ya que llegó al cuadro de la capital de España siendo uno de los nominados al prestigioso Golden Boy. Esto hablaba a las claras de la calidad y el potencial que atesoraba en sus botas, lo cual era una buena señal para el club. Además, que fuera presentado ante la prensa y tuviera dorsal del primer equipo invitaba a soñar.
Marcos Paulo, sin continuidad en el Atlético de Madrid
A pesar de las expectativas que había puestas en torno a su fichaje, lo cierto es que Marcos Paulo apenas tuvo oportunidades. Solo jugó con el primer equipo en el Burgo de Osma, ante el Numancia, en su primera pretemporada. Además, problemas con las lesiones y su falta de ritmo en los entrenamientos le terminaron de sentenciar.
Por ello, la solución consistió en una cesión al Famalicao en Portugal, lo que podía suponer un paso adelante para él. Sin embargo, que se quedara en el banquillo desde el mes de diciembre, acusado por su técnico de mala actitud, no ayudó. Debido a esto, llegó a ser ‘descendido’ al filial de la escuadra del país vecino en dos choques.
A la temporada siguiente, de nuevo fue cedido, esta vez al Mirandés, pero, al igual que en la anterior, no tuvo éxito. Sus pobres cifras (15 encuentros, dos goles y dos asistencias), llevaron a que volviera a su país natal, Brasil. En esta ocasión, el club elegido fue el Sao Paulo, donde tuvo algo más de continuidad.
Marcos Paulo, al filial del Atlético de Madrid
De momento, las incógnitas con constantes acerca de su futuro, pero hay una cosa clara: tiene contrato. Con vinculación hasta el 2026, se ejercita con los pupilos de Fernando Torres, el Atlético de Madrid B, a la espera de solucionar su situación. A falta de conocer más acerca de este asunto, Marcos Paulo se encuentra contra las cuerdas.