El parón de selecciones ha llegado en un momento clave para el Atlético de Madrid. Después de un inicio de temporada gris, con dos empates y una derrota, el equipo necesitaba un respiro para ordenar ideas y recuperar confianza. En medio de esa calma obligada, una sorpresa inesperada ha despertado sonrisas en el vestuario y entre los aficionados.
Nuevo cambio de look
La noticia no tiene que ver con fichajes ni con táctica, sino con uno de los símbolos del club. AntoineGriezmann ha decidido dar un giro radical a su imagen con un corte de pelo que homenajea a uno de los grandes ídolos rojiblancos. El francés llevaba semanas insinuándolo en sus directos, pero ahora lo ha hecho realidad.

El delantero sorprendió en los entrenamientos del Atlético con un mullet que recuerda al estilo que popularizó Fernando Torres en la Eurocopa de 2004. Pelo corto arriba y en los lados, más largo en la parte trasera, y un aire vintage que remite a los primeros años de gloria del Niño. Un guiño que no pasó desapercibido para la afición rojiblanca.
Reflejan su estado de ánimo
El detalle tiene más significado del que parece. Griezmann siempre ha reconocido que sus cambios de look reflejan su estado de ánimo. En sus mejores años como rojiblanco, entre 2016 y 2018, lucía estilos atrevidos: degradados, rubios oxigenados y hasta rapados. En cambio, en su etapa menos feliz, como la vivida en el Barcelona, optó por un cabello largo que simbolizaba un momento más apagado.
Con este nuevo corte, el atacante manda un mensaje claro. Está listo para empezar una nueva etapa, con ilusión renovada y la ambición de recuperar su mejor versión. El paralelismo con Torres no es casualidad: el Niño siempre representó lucha, orgullo y sentimiento de pertenencia, valores que Griezmann quiere recuperar en este curso.
El impacto en la afición ha sido inmediato. En redes sociales, los seguidores del Atlético de Madrid celebraron el cambio con entusiasmo, viendo en él un signo de esperanza en medio de las dudas. El fútbol, como la vida, está lleno de símbolos, y un simple corte de pelo puede convertirse en una declaración de intenciones.