El cierre de mercado del Atlético de Madrid siempre deja alguna historia detrás del telón. En esta ocasión, ha sido Rubén Uría quien ha desvelado detalles sobre la insistencia de Simeone en reforzar la plantilla hasta el último momento. Pese a que desde el club se transmitía un mensaje claro de que no habría más movimientos, el técnico argentino no dejó de presionar internamente.
Las palabras del club
El periodista explicó que la postura oficial era contundente. Enrique Cerezo y la directiva filtraban que no había margen económico ni espacio salarial para más incorporaciones. Incluso se aseguró que el mercado estaba cerrado y que no habría sorpresas en los últimos días. Sin embargo, la realidad terminó siendo distinta.

Según Rubén Uría, Simeone trasladó a los responsables deportivos un mensaje firme: la plantilla necesitaba un fichaje más. El entrenador no se conformaba con lo que había y consideraba que al equipo le faltaban piezas para competir en todas las competiciones. Lo expresó en público con un discurso calculado, pero sobre todo lo reiteró en privado con insistencia.
Se podía fichar
La prueba más evidente fue la llegada de Nico González en las últimas horas de mercado. El jugador aterrizó en Madrid procedente de la Juventus en una operación ventajosa, demostrando que había margen de maniobra. Algo que contradice la versión oficial de que todo estaba cerrado y que no era posible moverse.
Uría subrayó que la operación confirma la influencia del Cholo en las decisiones clave. El entrenador rojiblanco no se conformó con la primera respuesta de la directiva y mantuvo su postura hasta conseguir el refuerzo. Un ejemplo más de su capacidad para presionar desde dentro cuando considera que el equipo lo necesita.
El fichaje de Nico no solo refuerza al Atlético de Madrid en el plano deportivo. También lanza un mensaje hacia el vestuario y la afición: Simeone sigue exigiendo que el club esté a la altura de sus ambiciones. La llegada del centrocampista se produjo porque el técnico no dio por cerrada la plantilla hasta que se atendió su petición. Rubén Uría fue tajante en su análisis: “Claro que se podía fichar, solo hacía falta tener ganas de hacerlo”.