La mayoría de fichajes de los últimos años en el Atlético de Madrid no han conseguido triunfar. Muchos de ellos se quedan sin minutos y salen el mismo año de llegar o pasan varios años en el club sin pena ni gloria. Por ello, aquellos jugadores que se hacen un hueco en el XI titular y se hacen importantes son muy queridos entre la afición.
Este es el caso del belga Axel Witsel, que hoy hace dos años que fue presentado como nuevo jugador del Atlético de Madrid. El centrocampista llegó a la capital de España tras cuatro temporadas en el Borussia Dortmund para reforzar el centro del campo. Simeone necesitaba un pivote defensivo de garantías y la dirección deportiva trajo al de Lieja.
Un fichaje que no ilusionó a la afición, pues ya tenía 33 años y no había acabado su último año en Alemania a un nivel muy alto. Sin embargo, tras dos años de rojiblanco, Witsel se ha ganado un hueco en el corazón de la afición rojiblanca.
Un primer año difícil
No fue una primera temporada sencilla para Witsel en su llegada al fútbol español. El centrocampista belga pudo ver en primera persona como LaLiga no es la Bundesliga en cuanto a nivel técnico y táctico. Pese a jugar bastantes minutos, no pudo dar su mejor versión y parecía que podría abandonar el equipo el siguiente verano.
Pese a esto, jugó 43 partidos, disputando 3,000, una media de 70 minutos por encuentro. Pese a su edad, Witsel es un futbolista que no se lesiona prácticamente nunca, por ello su gran cantidad de minutos. Al final de la temporada, Simeone lo empezó a probar como central en la línea de cinco defensas.
A la afición rojiblanca no parecía convencerle mucho esto, pero Simeone veía en él algo que la mayoría no. Tras su primer año, llegó su segunda temporada como rojiblanco, en la que se consagró como pieza fundamental.
Pieza fundamental
Con las continuas lesiones de Giménez y la bajada de nivel de Savic, Witsel se hizo un hueco como central titular. Su año le ha hecho ganarse una renovación más que merecida, pues ha sido el mejor defensor del Atlético de Madrid. Pese a sus carencias físicas, su inteligencia y gran salida de balón lo convirtieron en un gran zaguero.
51 partidos disputados este año y casi 4,200 minutos lo avalan como uno de los hombres más importantes para Simeone. Pese a tener 35 años, Witsel es el hombre de hierro, un jugador comprometido, trabajador y físicamente como un toro.