El Atleti sufre, pero gana. Los de Simeone han hecho honor a su historia y, en una 'final', han sabido vencer (pero no convencer). Pero los tres puntos se han sacado, que era lo más importante. Ante el Feyenoord, los de Simeone han sido capaces de imponerse en un partido loco y en el que han tenido que remontar dos veces.
Los goleadores: Morata, con un doblete, y Griezmann. La cara amarga se la lleva Hermoso, retratado en los goles. Oblak, otro protagonista, apareció (como siempre) cuando tuvo que aparecer
Griezmann o Morata: ¿Quién ha sido mejor?
El conjunto holandés se ha puesto por delante en dos ocasiones (con gol en propia de Mario Hermoso y otro tras la empanada de la defensa local en un balón parado) y el equipo ha llegado a sufrir mucho. El gol de Griezmann en el último minuto de la primera mitad, que significaba el 2-2, ha sido la clave.
Griezmann, bien; Morata, clave
En la reanudación, Morata, que ya había metido el primero, ha marcado el tercero (3-2). El equipo, con esta victoria, evita complicarse la vida en Champions. Cabe reseñar que ya en la primera jornada, los del Cholo vieron como la Lazio les empataba en el último minuto con un gol obra del portero. Todo muy Atleti.
Este miércoles no ha ocurrido. El equipo ha sufrido, pero ha vencido. Los del Cholo respiran en Champions.
Morata y Griezmann, a falta de pan
No lo tenían fácil. Lo de Simeone esta tarde no era nada fácil. La lista de lesionados era amplia y variada. Hay de todo, desde delanteros a defensas. A la última lesión de José María Giménez, se sumaban las de Soyuncu, Stefan Savic, Pablo Barrios, Thomas Lemar y Memphis Depay.
Y estaban en cuadro.
En el club preocupa especialmente el caso de Memphis Depay. Procedente del Barça a mediados de invierno pasado, tiene que ser uno de los tótems de la plantilla. Capacitado para ser el mejor, pero, Depay no para de lesionarse. Desde que está en el club tan solo ha disputado 13 partidos oficiales y en el club produce una situación de hartazgo.
Memphis Depay tiene contrato hasta 2025, pero la situación empieza a ser insostenible. Desde el entorno de la cúpula se empieza a deslizar que se podría tomar una decisión drástica con él y buscarle una salida en el próximo mercado.