El Atlético de Madrid venció por 4-2 al Real Madrid en los octavos de final de la Copa del Rey. Los de Simeone comenzaron marcando el primer gol del encuentro en la grada. Un ambiente y un recibimiento que recordó a las grandes noches del Calderón.
El Atlético de Madrid saltó al campo con el mismo equipo que en la Supercopa, exceptuando a Witsel que entró por Savic. Por otro lado, en el Madrid el único cambio fue el de Camavinga por Tchouameni.
La igualdad reinó en la primera mitad
Comenzaba el partido con la misma tónica de los del Atleti en casa esta temporada. Un equipo presionando arriba y jugándole de tú a tú al equipo más en forma de toda Europa, el Real Madrid. Fue Jude Bellingham el que tuvo la primera gran ocasión del partido.
El futbolista inglés tras una gran jugada en el área estrelló un balón en el larguero de la portería rojiblanca. La posesión estaba muy repartida, pero era el Madrid de las botas de Vinicius y Rodrygo el que creaba más peligro.
En el minuto 21, Oblak sacó un mano a mano a Rodrygo y posteriormente paró el rechace de Vinicius. Partido de bastante ida vuelta en el que fue el Atlético de Madrid el primero en adelantarse. Rudiger peinó un centro de Rodrigo De Paul y Samu Lino se adelantó a Carvajal, rematando delante de Lunin y batiendo el portero blanco en el minuto 39.
Poco duró la alegría rojiblanca, pues siete minutos después y justo antes del descanso, Jan Oblak en un mal despeje introduciría la pelota en su propia portería. Acción muy desafortunada para un Atleti que volvió a no saber sostener la ventaja ante el conjunto blanco.
Rudiger volvió a asistir
El segundo tiempo comenzó igual que el primero, un fútbol de mucha intensidad y dos equipos buscando la portería rival. El encuentro estuvo marcado por los fallos de los porteros. Un rechace de Camavinga hizo que Lunin midiera mal y estrelló el balón en Rudiger. Esto hizo que Morata se encontrara el balón en la línea de gol y pusiera el 2-1 en el 58.
El Atlético de Madrid siguió presionando arriba e intentó no meterse atrás y buscó meter el 3-1 definitivo. En el minuto 81 tuvo Morata la ocasión para cerrar el partido, pero Lunin realizó una gran parada. En esa misma jugada, el Real Madrid anotó el empate tras un gran pase de Bellingham y un posterior remate a puerta vacía de Joselu.
Los 90 minutos terminarían con el 2-2 final e iría a la prórroga, al igual que hace una semana en Supercopa.
Griezmann se viste de héroe en la prórroga
La intensidad seguía siendo altísima en el partido. El Real Madrid con algo más de balón, pero el Atlético de Madrid seguía presionando arriba con todas las fuerzas que le quedaban. Gracias a esta presión llegó el 3-2 del equipo del Cholo.
Un mal control de Vinicius hizo que Griezmann recogiera el balón, se fuera del brasileño y sin ángulo batió a Lunin. Un auténtico golazo del principito en el minuto 100. Los rojiblancos no se echarían atrás y pese a ir ganando, siguió presionando arriba, asumiendo los riesgos que conlleva.
Durante la segunda parte al Madrid tuvo el dominio, pero no creó demasiado peligro en la portería de Oblak. En el minuto 118 una gran contra de los colchoneros acabaría con el 4-2 definitivo de Riquelme, después de una gran asistencia de Depay.
Con esto, daría prácticamente final el encuentro y el Atlético de Madrid avanzaría a la siguiente ronda de la Copa del Rey. Una vez más Simeoene demostró que es el entrenador que mejor sabe competir ante el Real Madrid.
Mención de honor al partido de Koke. El capitán rojiblanco realizó una auténitca exhibición, demostrando lo que es, una leyenda.