No cabe duda de que su regreso al filial ha sido, cuanto menos, inesperado, Víctor Mollejo, tras dos años cedido en Segunda, está siendo importante en el equipo de Fernando Torres. El madrileño, que debutó en 2018 con Simeone en Huesca, no pudo quedarse bajo las órdenes de Víctor Fernández en el Real Zaragoza, que era su principal deseo. Sin embargo, el futbolista, que tiene contrato con la entidad rojiblanca hasta 2026, ha regresado al Atlético de Madrid B.
Regresa porque es su casa, porque tiene contrato con el club y porque allí está uno de sus ídolos de la infancia, Fernando Torres. El de Fuenlabrada es el entrenador del segundo equipo colchonero y está contando con el madrileño como hacía mucho que nadie contaba. Aunque no era lo que en un principio quería, el jugador se lo toma con buena filosofía y entiende que es el momento de aportar en Primera RFEF.
Tras finalizar el partido ante el Ceuta, habló ante los medios: "Soy jugador del filial, no puedo por edad ya ser jugador del primer equipo, ahora me toca aportar mi experiencia. No cabe duda de que ha sido un verano muy difícil, probablemente el que más", indicó. Víctor Mollejo, que estaba llamado a ser una de las grandes promesas del club rojiblanco, se ha quedado algo estancado y su regreso al segundo equipo colchonero ha sido una sorpresa.
Una oportunidad
Mollejo entiende que es una oportunidad: "Lo veo como una oportunidad, yo soy jugador del filial, estoy mentalizado en ayudar a mis compañeros y en ayudar a todos en mi equipo. Ayudar al club, al cuerpo técnico, a todos y poder tener una gran temporada", explicó. Mollejo no lo ve como un paso atrás, sino como algo que le toca vivir y es feliz de estar en el Atlético de Madrid, el equipo de su corazón.
Se reivindica como jugador del B: "Hace ya muchos años que estuve en el filial y tengo muy buenos recuerdos aquí, siendo muy joven. Ojalá que se puedan repetir aquellas temporadas donde peleamos por cotas altas", dijo. Tras esos años, le llegó su primera cesión, que fue al Deportivo de La Coruña, donde dejó una huella importante.
Clave en Deportivo y Zaragoza
En Coruña jugó 38 partidos, anotando 6 goles y 3 asistencias, se ganó a la afición deportivista a pesar del descenso de categoría. Regresó al Atlético y, tras no contar para Simeone, salió otra vez a préstamo, esta vez al Getafe, y jugó solo cuatro partidos. El Atlético cortó la cesión por considerarla poco productiva y abandonó a Bordalás por Mallorca, donde estuvo hasta finales de agosto.
Luego cambió una isla por otra, Mallorca por Tenerife, regresando a la categoría de plata, allí jugó 43 partidos, anotando 4 goles y 2 asistencias. El Real Zaragoza le reclamó para su equipo y pudo disputar dos años más en Segunda; fueron 61 partidos, con 8 goles y 3 asistencias. Este verano parecía que sería jugador maño en propiedad, pero los clubes no llegaron a un acuerdo y tuvo que volver al filial colchonero.