El Metropolitano del Atlético de Madrid se ha convertido en el escenario más codiciado de España para conciertos de talla mundial. Mientras el Santiago Bernabéu sigue envuelto en polémicas por problemas acústicos y restricciones legales, el estadio rojiblanco vive su mejor momento. Y no es solo una cuestión de agenda: es un golpe económico directo que ha provocado inquietud en las oficinas del Real Madrid.
Nuevo robo al Real Madrid
Bad Bunny, uno de los artistas más taquilleros del planeta, ha elegido el Metropolitano para uno de sus únicos dos conciertos en España en 2026. El otro será en Barcelona. El anuncio ha sido un mazazo en Chamartín, donde el club blanco planeaba monetizar a lo grande con su renovado estadio. Pero la realidad es tozuda: los permisos municipales y las quejas vecinales han frenado muchos de los planes de Florentino Pérez.

El Atlético de Madrid, en cambio, ha sabido capitalizar su recinto. En 2024, más de 2,3 millones de personas pasaron por el Metropolitano para eventos más allá del fútbol. El club estima que este año esa cifra será mayor, gracias a una programación que incluye a estrellas como Aitana, Lola Índigo, Ed Sheeran, Imagine Dragons y AC/DC. Varios de estos artistas, que en un principio tenían previsto tocar en el Bernabéu, trasladaron sus espectáculos al estadio colchonero ante la falta de garantías.
Crecimiento económico
La diferencia no es solo simbólica. Según datos publicados por Mundo Deportivo, hasta el 15% de los ingresos anuales del Atlético de Madrid provienen de la explotación del Metropolitano como espacio multifuncional. Cada concierto puede generar entre 100.000 y 300.000 euros solo en concepto de alquiler, sin contar los beneficios por restauración, aparcamiento o entradas. Todo ello en una instalación moderna, bien conectada y que no sufre las limitaciones urbanas del centro de Madrid.
Además, el club presidido por Miguel Ángel Gil Marín ha atado acuerdos estratégicos como el naming con Riyadh Air, que refuerzan la proyección internacional del estadio. Mientras tanto, el Madrid ve cómo su macroproyecto se enfrenta a trabas y pérdidas de oportunidad, algo que en las altas esferas del club blanco se interpreta como un auténtico “robo”.
El Atlético de Madrid no solo ha ganado terreno en lo deportivo. También lo está haciendo en el plano financiero y de gestión de marca. Y eso, en el competitivo fútbol moderno, es un triunfo tan valioso como un título.