La planificación del Atlético de Madrid para la próxima temporada ya ha arrancado, y hay un nombre que genera especial ilusión en el Metropolitano: Enzo Fernández. El talentoso mediocentro del Chelsea está en el radar colchonero, y un jugador en particular podría ser clave para acercarlo: Julián Alvarez.
Julián y Enzo: una amistad que puede cambiar el futuro del Atlético de Madrid
No es ningún secreto que Julián Alvarez y Enzo Fernández mantienen una relación muy cercana desde sus días en River Plate. Ambos han compartido vestuario en la albiceleste, se entienden a la perfección dentro del campo y fuera de él, y sueñan con volver a coincidir en un club. Según revela ElDesmarque, la Araña estaría presionando al Atlético para que dé el paso definitivo e intente fichar a su amigo.
Este vínculo entre ambos jugadores podría ser una herramienta poderosa para convencer a Enzo, que sigue sin asentarse en el Chelsea y podría ver con buenos ojos un cambio de aires. En el Atlético, además, se encontraría con otros compatriotas como Rodrigo De Paul, Nahuel Molina, Giuliano Simeone o Juan Musso, lo que facilitaría su adaptación.
Enzo Fernández, el fichaje soñado por Simeone
A nivel deportivo, Enzo Fernández encajaría perfectamente en los planes del Atlético de Madrid. Aunque no es un pivote puro, como pide el Cholo Simeone para reforzar el centro del campo, su versatilidad y calidad técnica le permitirían desempeñarse en varias posiciones del mediocampo. El entrenador argentino valora especialmente ese tipo de futbolistas polivalentes que se adaptan al juego táctico y de presión que caracteriza al equipo.
La posible llegada de Enzo sería también un refuerzo de categoría para la medular rojiblanca. Compartiría medular con De Paul y elevaría el nivel del equipo en un área clave que ha necesitado oxígeno durante toda la temporada.
Un fichaje de alto coste: el gran obstáculo del Atlético de Madrid
Ahora bien, no todo es tan sencillo como una amistad o el deseo de Enzo de probar suerte en LaLiga. El principal obstáculo para el Atlético es, como suele suceder, el precio. El Chelsea pagó más de 120 millones de euros por el mediocentro argentino hace apenas dos temporadas, y su actual valor de mercado, según Transfermarkt, ronda los 75 millones de euros.