La temporada del Atlético de Madrid está quedando muy señalada por el bajo rendimiento defensivo del equipo. Los de Simeone han pasado de ser el mayor muro de toda Europa, a ser un mar de dudas. Este año, la delantera está sosteniendo al equipo, pues se está promediando más de dos goles por partido.
Sin embargo, sin equilibrio defensa-ataque no hay éxito, por lo que la directiva deberá reforzar la plantilla de cara a la temporada que viene. Uno de los mayores problemas viene por la banda derecha, donde el rendimiento de Molina está muy por debajo de lo esperado.
De renovación al banquillo
Nahuel Molina acabó la temporada pasada como uno de los mejores laterales derechos del mundo. Su excelente nivel ofensivo y seguridad atrás, hacían de él el sustituto perfecto de Trippier. El club estaba tan contento con el argentino, que decidió renovarlo esta temporada para blindarlo de posibles equipos interesados.
Sin embargo, su situación en el equipo ha cambiado radicalmente. Su condición de indiscutible la ha perdido, debido a que su nivel está siendo muy bajo para lo que se pide en un club como el Atleti. Sin ser lateral, Marcos Llorente se ha hecho con el puesto de titular, ya que el español aporta mayor fiabilidad defensiva.
Ya no es solo que Molina no esté acertado en ataque, es que su banda es el mayor punto débil defensivo del equipo. Por ello, desde la dirección deportiva están preocupados y piensan en posibles refuerzos.
Se necesita recambio natural
Pese a que Marcos Llorente es un jugador muy polivalente y que su físico y entrega le permiten adaptarse a cualquier posición, no es lateral derecho. Con el español en el carril, pierdes su llegada y trabajo en el centro del campo, cosa que es fundamental para Simeone.
Mejore o no Molina, el Atlético de Madrid está obligado a fichar un lateral puro de cara a la temporada que viene. Y no vale un parche, porque si quieres competir con los mejores, necesitas competencia de nivel en todas las posiciones.
La defensa será la mayor de las tareas del club el verano que viene.