El Atlético de Madrid, bajo la dirección de Diego Simeone, ha sido un equipo que ha sabido gestionar con precisión su plantilla, combinando el talento y la disciplina. Sin embargo, no todos los fichajes han rendido al nivel esperado. Este es el caso de Thomas Lemar, una de las contrataciones más costosas de la era de Simeone, y que hoy en día no tiene sitio en el Atlético de Madrid.
Thomas Lemar llegó al Atlético de Madrid en 2018 procedente del Mónaco, en una operación que rondó los 70 millones de euros. Se esperaba que el francés se convirtiera en una pieza clave del esquema de Simeone, aportando creatividad y desequilibrio en el medio campo. No obstante, su rendimiento ha estado muy por debajo de lo esperado. A pesar de algunos destellos de calidad, Lemar nunca ha terminado de asentarse en el once titular, y su contribución ha sido más que discreta en comparación con la inversión realizada.
Sin minutos ni oportunidades
En la actual temporada, la situación de Lemar se ha vuelto aún más delicada. Ha sido recurrente su ausencia en las convocatorias, como se evidenció en el reciente partido del Atlético de Madrid contra el Athletic Club en Bilbao. Esta exclusión parece ser un mensaje claro de que el club, liderado por Gil Marín, está buscando activamente una salida para el jugador francés.
El propio Simeone, en una rueda de prensa reciente, dejó entrever que la plantilla del Atlético de Madrid está prácticamente cerrada. Sin embargo, esto no excluye la posibilidad de que se produzcan salidas de última hora. La intención de Gil Marín de encontrarle un nuevo destino a Lemar responde a la necesidad de liberar espacio salarial.
Salida con objetivos económicos
La situación actual de Lemar pone al Atlético de Madrid en una encrucijada. Por un lado, su salida aliviaría la presión financiera sobre el club, pero por otro, dejaría un hueco en la plantilla que, en teoría, debería ser cubierto. Sin embargo, con la mayoría de los mercados cerrados, las opciones de colocarlo en otro club se reducen a ligas como la portuguesa, la neerlandesa o la saudí.
Estos mercados tardíos suelen ser una ventana de oportunidad para equipos que, como el Atlético de Madrid, buscan desprenderse de jugadores con un rendimiento inferior al esperado. No obstante, también es un riesgo, ya que cualquier movimiento que se realice en estas fechas limita las posibilidades de reacción del club si algo no sale como estaba previsto.