Uno de los nombres más sorprendentes en el radar de varios gigantes de la Premier League en el mercado de fichajes de verano. Es el de un delantero español de solo 21 años. Su irrupción ha sido meteórica, y su impacto en el fútbol europeo no ha pasado desapercibido.
Desde Inglaterra, dos clubes con aspiraciones europeas han tanteado una operación que podría superar los 100 millones de euros. Una cifra que hace apenas un año habría parecido impensable.

El Atlético de Madrid, propietario parcial de los derechos del jugador, observa con atención el desarrollo de las negociaciones. Aunque no lo tiene en plantilla, sí conserva un porcentaje importante de sus derechos federativos, lo que podría suponer un ingreso millonario si finalmente se concreta la operación. En el Metropolitano ya se preparan para lo que puede ser una de las ventas más lucrativas del verano sin necesidad de mover una sola ficha en su once titular.
Chelsea lo tuvo cerca
Detrás de esta operación está Samu Omorodion Aghehowa, delantero hispano-nigeriano. Que ha explotado en el FC Porto con una temporada de ensueño: 27 goles en 45 partidos. Su rendimiento ha disparado su valor de mercado y ha llevado al club portugués a fijar una cláusula de rescisión de 85 millones.
Un año atrás, el Chelsea estuvo muy cerca de cerrar su fichaje por 34,5 millones, pero diferencias en los términos personales frustraron la operación. Porto se hizo entonces con el 50% de sus derechos por apenas 15 millones. Ahora, clubes como Newcastle y Aston Villa se han interesado por el ariete.
Pero su elevado precio ha hecho que las negociaciones se enfrenten a obstáculos importantes. Porto podría aumentar su porcentaje de propiedad pagando 5 millones por otro 15%, aunque la posibilidad de una venta inmediata parece más atractiva.
El Atletico de Madrid a la espera
Samu debutó con la selección española absoluta en noviembre y ha estado presente en la última Nations League y el Mundial de Clubes, donde dejó su huella con dos goles. Mientras tanto, en el Atlético aguardan una posible lluvia de millones, fruto de una operación que rozó el fracaso hace apenas doce meses.