No habíamos visto ningún empate a cero en la Eurocopa de Alemania, pero Francia y PaísesBajos nos regalaron el primero del torneo. Ni los franceses ni los neerlandeses consiguieron batir la portería contraria, donde Maignan y, sobre todo, Verbruggen, estuvieron a un gran nivel. De hecho, el guardameta del Brighton fue la pesadilla de Antoine Griezmann, quien tuvo ocasiones de todo los colores para adelantar a su país.
El "Principito" volvió a salir de titular con Didier Deschamps, colocándose en principio, en la banda izquierda en el tridente de ataque, aunque terminó abarcando mucho más terreno. La baja de Kylian Mbappé, quien no tuvo minutos, hizo que el jugador del Atlético de Madrid luciera el brazalete de capitán durante todo el encuentro en Leipzig. Y parece que, sin el jugador del Real Madrid en el campo, Antoine Griezmann sabía que debía echarse todo el peso de la selección sobre su espalda para conseguir la victoria.
Por ello, vimos una versión de Griezmann híbrida, participando mucho en las creaciones de las jugadas, pero siendo el futbolista que más veces intentó batir al guardameta neerlandés. La primera jugada de peligro llegó en el minuto 3, con un disparo fuera del área y escorado a banda izquierda que Verbruggen despejó a pesar de la altura del balón. 10 minutos después llegaría la ocasión más clara de todo el partido que tuvo Francia para adelantarse en el marcador.
Más cerca del gol que nunca
Una buena combinación de Thuram y Rabiot dejó solo al futbolista de la Juventus que, con muchas dificultades, intentó hacer un pase de la muerte para Antoine Griezmann. Sin embargo, la cesión de Rabiot se quedó muy atrás y el de Macon apenas pudo golpear la pelota antes de caerse al suelo. Intentó levantarse para rematar la pelota que quedó muerta en el área, pero varias camisetas naranjas ya estaban sobre él.
Sin embargo, la jugada no terminó ahí, pues Francia consiguió robar el balón a Países Bajos y, con el lamento de la anterior ocasión de hace unos segundos, ya formaron otra. Eso sí, acabó de la misma manera aunque esta vez fue Kanté quien entró en el área y le puso el balón a Griezmann, quien remató al primer palo sin éxito.
La primera parte del futbolista del Atlético acabaría provocando una amarilla tras ser trabado en una contra, y con un último remate peligroso que volvió a ser detenido por Verbruggen.
La última gran ocasión
En los segundos 45 minutos, condicionados en parte por la mejora de Países Bajos, Griezmann comenzó a alejarse de la portería. Tampoco pudo entrar en juego, pues el partido comenzaba a entrar en un bucle donde ninguna de las dos selecciones conseguía hacer daño. Sin embargo, fueron los neerlandeses quienes consiguieron adelantarse en el marcador, pero su tanto fue invalidado por fuera de juego.
Justo antes, Antoine Griezmann gozó de su última jugada de peligro real en todo el encuentro. Una preciosa combinación provocada por la conexión de Thuram, Dembelé y Kanté dejaron al delantero colchonero en una posición muy favorable ante Verbruggenn. Sin embargo, el "Principito", falló ligeramente en el control, pero lo suficiente para que no pudiera tirar de la manera más adecuada.
E incluso con esas, generó un disparo que Verbruggen sacó con una gran pierna izquierda evitando, una vez más, la alegría de la selección francesa. Y fueron en esas dos ocasiones donde, prácticamente, moriría el encuentro, pues el marcador no volvió a ser amenazado de una manera seria por ninguno de los dos conjuntos protagonistas. Así las cosas, Antoine Griezmann vio en primera línea el primer empate a cero de toda la competición europea ante su gran rival en la fase de grupos.
Ahora, su última cita será ante una Polonia que ya está eliminada de la Eurocopa. Es por ello que, independientemente de lo que suceda en la próxima jornada, Francia no caerá eliminada en primera estancia. Eso sí, en el caso de que Polonia y Austria den la sorpresa, los franceses caerían en la tercera posición donde solo el mejor tercero de todos se dirige a octavos.