Atlético de Madrid y RB Leipzig debutaban en la nueva edición de la Champions League con el Cívitas Metropolitano como escenario de batalla y con la lluvia dando un toque 'épico'. Los chicos de Diego Pablo Simeone y de Marco Rose se midieron las fuerzas en busca de conseguir los primeros tres puntos para la 'liguilla' que definirá los octavos y dieciseisavos. Un encuentro novedoso en Europa, pues tan solo se han enfrentado en una ocasión: en los cuartos de final de la Champions League en 2020 con la victoria del Leipzig.
Para ello, el conjunto colchonero decidió seguir siendo fiel a su idea táctica con el 3-4-2-1 que tantas alegrías ha dado en lo que llevan de curso sin conocer la derrota. Oblak, partiría bajo los palos, mientras que Riquelme y Llorente en los carriles, y Le Normand, Giménez y Reinildo en la zaga, conformarían la defensa. Koke y De Paul actuarían como mediocentros, justo detrás de Cirrea y Griezmann, con Julián Alvarez como principal referencia en la punta del ataque.
Un once con ciertos cambios con respecto al encuentro ante el Valencia CF, donde Conor Gallagher, Azpilicueta, Samuel Lino y Alexander Sorloth sí que partieron desde el inicio. Mientras tanto, el conjunto alemán saldría con Gulácsi; Raum, Lukeba, Orban; Simons, Vermeeren, Haidara, Henrichs; Nusa, Sesko; Openda.
Intercambio de golpes
El inicio del encuentro no fue nada cómodo para el Atlético de Madrid, quien sufrió de lo lindo ante la primera ofensiva del RB Leipzig. A pesar de que los de Simeone salieron con autoridad, en la primera jugada de peligro que crearon los alemanes consiguieron ver portería. Fue a raíz de Sesko, que tras realizar una rápida contra, repescó un rechace tras una gran parada de Jan Oblak para introducir a placer el balón en la portería.
A pesar del susto, el nivel de juego del Atlético de Madrid aumentó considerablemente y, esta vez sí, consiguió dominar por completo el partido. Y no paró hasta conseguir el empate a base de jugadas claras de Ángel Correa, Julián Alvarez y Rodrigo Riquelme. Los tres futbolistas estuvieron muy cerca de poner el 1-1, pero fue Antoine Griezmann quien, tras rematar un gran centro de Marcos Llorente, anotó de volea el tan ansiado gol.
A la media hora de juego el guion del partido estaba muy claro: dominio con buenos momentos de los rojiblancos y con el RB Leipzig esperando a salir a la contra. Una lectura de partido donde los Griezmann, Correa, De Paul, Llorente y compañía estaban encantados, pues podían repartir su juego con cierta comodidad. De hecho, el Atlético de Madrid no volvió a sufrir ningún ataque peligroso de los chicos de Marco Rose, y aunque no consiguieron el segundo tanto, cerraron unos 45' de calidad.
Tratado de paz
El segundo 'round' del partido comenzó un poco más tranquilo y sosegado que la primera mitad. A pesar de que era el Atlético de Madrid quien tenía gran parte de la posesión, no conseguían amenazar de una manera clara a Gulácsi. Diego Pablo Simeone decidió mover el banquillo e introdujo en el campo a Samuel Lino, Conor Gallagher y Alexander Sorloth por Rodrigo Riquelme, De Paul y Julián Alvarez.
También lo hizo Nahuel Molina minutos después, que entró en lugar de Ángel Correa, dejando a Marcos Llorente en el centro del campo para ocupar el carril derecho. El encuentro comenzaba a partirse y a frenarse por un gran número de interrupciones a causa de varias faltas de ambos conjuntos en las que el colegiado no dudó en amonestar. En el 70', Xavi Simons avisó a Jan Oblak con un tiro escorado que el esloveno tuvo que detener, antes de que Marco Rose también moviera el banquillo.
Minutos después, el neerlandés volvió a tener una buena jugada que, nuevamente, no pudo finalizar correctamente, dejando claro que el Leipzig podría asustar en cualquier momento del partido. Ello vino a raíz de la desaparición de un Antoine Griezmann que dejaba de ser el protagonista del equipo colchonero tras los cambios realizados. Daba la sensación de que el Atlético de Madrid tenía que consolidarse sobre el césped con los nuevos jugadores, algo para lo que no tenía mucho tiempo si quería remontar.
En el 76', Poulsen, uno de los cambios del RB Leipzig, mandó un aviso más con un remate de cabeza que se fue rozando el palo de Oblak. A pesar de que los colchoneros reaccionaron bien con varios ataques ofensivos, la portería del RB Leipzig seguía sin encajar. La situación fue esa... hasta el minuto 90, cuando José María Giménez, de cabeza, consiguió la tan ansiada remontada para el Atlético de Madrid.
Un tanto que hizo explotar al Cívitas Metropolitano, quien celebró por todo lo alto el gol del uruguayo. Y no es para menos, pues sería el gol de la victoria una vez que el colegiado pitara el final del encuentro, proclamando a los colchoneros como los justos vencedores.