Como ya ocurrió en 2019, Javier Tebas - presidente de LALIGA - vuelve a la carga con sus planes de llevar un partido de liga a Estados Unidos. Junto con la promotora Relevent Sports, ya intentó trasladar un Girona - Barça en enero de ese mismo año y un Villarreal - Atlético de Madrid en diciembre. Ambos planes fracasaron tras las continuas demandas de la RFEF, sin embargo ahora está urdiendo un plan mejor.
Tebas ha identificado cuáles fueron sus errores en la pasada propuesta y está decidido a que va a conseguir llevar el Barcelona - Atlético de Madrid de este 21 de diciembre. Con Luis Rubiales fuera de la ecuación, las relaciones con la RFEF son mejores que nunca y parece tener todos los cabos bien atados.
Las inhabilitaciones ponen en peligro sus planes
Tras los escándalos de su expresidente, Luis Rubiales, la Real Federación Española de Fútbol presidida por Pedro Rocha ha tendido puentes con LALIGA. Ambos presidentes se han comprometido de forma verbal a quitar todas las demandas cruzadas entre ambas instituciones. Para ello, han de esperar a lo que ocurra el próximo 10 de septiembre, fecha en la que se celebran las elecciones a la presidencia de la RFEF.
En caso de salir Pedro Rocha, todos los planes conjuntos seguirán adelante. No obstante, hay un problema que sobrevuela las ideas de ambos presidentes: las inhabilitaciones que amenazan a ambos desde el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
En el caso de Tebas, tiene abierto un expediente muy grave con respecto al acuerdo de CVC LALIGA Impulso tras la denuncia del Real Madrid. El motivo principal es por convocar de urgencia una Asamblea (la que aprobó dicho acuerdo) con ocho días de antelación, y no con 10 como estipulan las normas. Una reunión que, además, no fue convocada por el presidente de LALIGA, sino por su adjunto en la patronal.
Mientras que Pedro Rocha, se enfrenta a una inhabilitación de dos años por excederse en sus funciones cuando presidía la Comisión Gestora de la RFEF. En este periodo, el TAD considera el dirigente extremeño había cometido tres faltas muy graves:
- La destitución de Andreu Camps - el secretario general de Luis Rubiales -
- La rescisión del contrato con el despacho GC Legal (propiedad de Tomás González Cueto, asesor legal de la RFEF durante el mandato de Rubiales)
- La personación de la Federación en el caso Supercopa.
Javier Tebas tiene un Plan B
En el peor de los casos, en el que ambos fueran culpables, el presidente de LALIGA dejaría sus planes en manos de algún sucesor de su misma cuerda. De todos modos, parece que la demanda a Javier Tebas no va a ir más allá, ya que la Asamblea por la que se le inculpa, realmente no sirvió para nada. Cinco meses después, en diciembre, los clubes la repetirían y ahí sí se corrigieron todos los posibles defectos de forma de la primera convocatoria.
El problema para Tebas estaría si Pedro Rocha resulta inhabilitado y llega un sucesor con aires de renovar la RFEF. Aunque cuando es cuestión de dinero LALIGA lo tiene todo bien atado. El propio Tebas ya ha establecido vínculos con presidentes autonómicos pro-Rocha y anti-Rocha.
En el primer caso, las relaciones con Rafael Louzán (Galicia) y Pablo Lozano (Andalucía) son magníficas y en el segundo Salvador Gomar (Comunidad Valenciana) también guarda buena amistad con el Tebas. Hasta quiere que diversas secciones y departamentos de RFEF y LALIGA (Competiciones, Marketing, Comunicación...) trabajen en consonancia.
El apoyo de la AFE: fundamental
Javier Tebas no quiere dejar el mínimo cabo suelto y por ello quiere contar también con el respaldo de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Para ello, debe acordar cada detalle con el promotor Relevent Sports para explicarle al presidente, David Aganzo, todos los beneficios de jugar en el extranjero. Las relaciones entre ambos dirigentes comenzaron de mala manera, pero actualmente se encuentran en su mejor momento, algo nada desdeñable para el objetivo de Tebas.
Sin embargo, conseguir llevar un partido al extranjero sigue sin ser tarea sencilla. Ya en su momento, la propuesta fue tumbada por la FIFA y, pese a que hayan cambiado las normas y las relaciones entre instituciones, convencer a todas las partes será complicado. En cualquier caso, si algo tienen en común Javier Tebas y Florentino Pérez, enemigos en los despachos, es su obstinación por conseguir lo que se proponen, así que todo puede pasar.