Kiko Narváez, exjugador y voz autorizada del Atlético de Madrid, ha compartido una reflexión que resuena con muchos aficionados rojiblancos. En su análisis tras la conquista simbólica del título de campeón de invierno, Kiko destacó las formas en las que el equipo ha alcanzado este hito. La transformación del conjunto dirigido por Diego Simeone ha sido clave para ilusionar a la afición en lo que promete ser una temporada histórica.
Un cambio que lo cambió todo
El Atlético de Madrid no comenzó la temporada de la mejor manera. Según Kiko, los primeros meses estuvieron marcados por la confusión y la falta de consistencia. Sin embargo, dos momentos clave cambiaron la dinámica: la charla interna tras la derrota contra el Betis y la agónica victoria en París ante el PSG. Estos episodios marcaron un punto de inflexión para convertir al equipo en lo que es hoy: un bloque sólido y reconocible.
"La claridad táctica de Simeone ha sido vital. El Cholo no dudó en ajustar el dibujo para potenciar las virtudes de sus jugadores. Desde ahí, el equipo comenzó a volar", apuntó Kiko.
Nombres propios que destacan
Narváez no dudó en elogiar a varios de los protagonistas de este Atlético. "La irrupción de Javi Galán por la izquierda, la constancia de Giuliano por la derecha, el dinamismo de Pablo Barrios y el liderazgo de Rodrigo de Paul han sido fundamentales. Además, la vuelta de Oblak a su mejor versión ha dado tranquilidad al equipo", explicó.
El exjugador también destacó el papel de los suplentes y el compromiso del vestuario: "Los planes B, C o D han sido decisivos. Ver a Koke entrar desde el banquillo y jugar diez minutos con tanta pasión es algo que emociona. Es un vestuario sano y eso se nota en el campo".
Griezmann y Julián Álvarez, los cracks que lideran con humildad
Entre los nombres más destacados, Kiko puso en valor la labor de los dos grandes referentes ofensivos del equipo: Antoine Griezmann y Julián Álvarez. "Son los primeros en presionar y en ayudar al equipo. Griezmann, ante Osasuna, dio una lección de lectura táctica.
El francés detectó que el problema estaba en los movimientos sin balón y se encargó de solucionarlo. Puede que haya perdido algo de chispa con los años, pero lo contrarresta con inteligencia y compromiso", aseguró.