El encuentro no pudo arrancar de mejor manera para el Atlético, ya que en el minuto uno se adelantó en el marcador. Correa, tras una gran asistencia de Reinildo, fue el encargado de anotar la primera diana para el cuadro de Simeone. El lateral, tras desbordar de forma exitosa a la zaga local, le dio el ‘pase de la muerte’ al argentino, que solo tuvo que empujar la pelota a la red.
El plantel de Garitano, que recibió un duro golpe con la diana colchonera, quiso apretar a los de Simeone justo después. Por su parte, los visitantes, muy inspirados en la primera fase del encuentro, no dejaban de generar situaciones para ampliar su renta en el electrónico. Muy activos desde el primer minuto, no quitaron el pie del acelerador, conscientes de que no podían cometer ni un solo error sobre el césped.
El Atlético cuenta con las ocasiones más claras para ampliar el marcador
El choque se empezó a estabilizar, y el Atlético se acomodaba sobre el terreno de juego, queriendo tener el control de este. Se pudo detectar desde los primeros compases el alto ritmo y la intensidad con las que se salió, a diferencia de otros choques esta temporada. No debían despistarse, eso sí, ya que los de Garitano querían remontar cuanto antes y buscaban generar ocasiones e incomodar a Oblak.
Mientras tanto, las ocasiones más claras caían del lado del Atlético, que seguía aproximándose al segundo gol. Memphis, con un disparo ajustado, se quedó cerca de anotar, pero su lanzamiento fue detenido y enviado a saque de esquina. Prácticamente vivían en el área local, buscando hundir de forma permanente a los almerienses, que no terminaban de salir de su propio campo.
Con un Almería que intentaba apostar por construir a partir del control de la posesión, buscaban la velocidad, la eficacia. Conscientes de que debían ser letales para impedir que su rival les hiciera daño, los colchoneros querían seguir dando pasos adelante. Solo así, podrían rentabilizar su ventaja y aumentarla ante un rival con grandes necesidades en LaLiga.
El Atlético no debía despistarse ante un Almería que no quería ceder la cuchara
Pasaban los minutos, y el Atlético estaba ante la obligación de no ceder un milímetro si quería tener tranquilidad en Almería. A pesar de la desventaja, los pupilos de Garitano no perdían la cara, buscando tener descaro, atrevimiento ante uno de los grandes. Lozano, desde fuera del área, intentó probar al meta esloveno, pero Oblak, muy atento, pudo detener sin problemas su acercamiento.
Los de Simeone bajaron un poco en cuanto a intensidad, y de eso se estaban aprovechando los locales, con un mejor ritmo en esta fase. Se vieron algo superados en el ecuador de la primera mitad, y los andaluces quisieron aprovecharse de esto para exprimir sus ocasiones. Barrios, quien generó una de las primeras llegadas colchoneras, volvía a tirar, pero el portero rival atrapó sin dificultad el balón.
El equipo que vestía de rojo y blanco empezó a tomar las riendas del partido, mientras que los visitantes no terminaban de reaccionar. Se habían alejado demasiado del campo contrario, y, de hecho, eran los que tenían que defenderse de las acometidas del Almería. Debido a esto, pudo llegar la igualada de los locales, que recibieron su recompensa.
Luka, desde fuera del área, iguala el partido
Tras una pérdida en campo contrario, los de Garitano supieron aprovecharse para poder batir a Jan Oblak. Tras un pequeño barullo, Luka, desde fuera del área, superó al portero del Atlético para poner el 1-1 en el marcador, para gran alegría de los aficionados locales. Este fue un duro golpe para los de Simeone, que no se esperaban esta situación.
Tras este varapalo, no les quedaba otra: había que volver a apretar para recuperar la ventaja en el electrónico. La desconexión que habían sufrido era muy preocupante, y debían quitarse los fantasmas de encima para poder sacar algo positivo ante el colista de LaLiga. Un equipo que estaba empezando a mostrar su mejor versión, incomodándoles sobremanera.
Samuel Lino tuvo una de las ocasiones más claras del Atlético, que quería desperezarse. El brasileño, tras una gran combinación con Correa, se quedó cerca de anotar, pero su disparo fue repelido. Esto supuso un cambio de tendencia, ya que volvieron a acercarse con más frecuencia al área local, que no debía ceder espacios.
En el tramo final de la primera parte, se volvió a dar un paso adelante por parte del Atlético de Madrid. Tras haber recibido ese enorme susto en forma de gol en contra, se pusieron de nuevo en marcha, con el objetivo de volver a anotar y tener tranquilidad. A pesar de esto, los locales rápidamente volvían a incomodarles, impidiendo las llegadas rojiblancas, lo que empezaba a suponer un grave problema.
El Atlético quería adelantarse de nuevo en la segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios, el club intentaba volver a poner contra las cuerdas a su rival desde los primeros compases. Con la entrada de futbolistas como Llorente, Simeone quería darle mayor mordiente a su equipo, que necesitaba ganar el choque. Memphis, con el lanzamiento de una falta, tuvo la primera ocasión de la segunda parte, pero su disparo se fue por encima del larguero.
Este primer tramo estuvo marcado por el dominio rojiblanco, que tenía claro que debía crecer sobre el césped andaluz. La escuadra capitalina se estaba mostrando superior al Almería, que volvía a hundirse en su propio campo para evitar las llegadas de los de Simeone. Sin demasiada precisión para tener grandes acercamientos, poco a poco intentaban construir las jugadas, con paciencia y sin precipitarse.
Rodrigo de Paul da algo de aire con su gol al Atlético de Madrid
Precisamente, esta falta de eficacia les estaba empezando a pasar factura, algo que beneficiaba a los jugadores locales. Sin embargo, no tardaron demasiado en volver a adelantarse en el electrónico, cogiendo mucho aire en el Power Horse Stadium. Rodrigo de Paul, tras ser asistido por Nahuel Molina, remató a la perfección y puso el 1-2 en el electrónico para el Atlético.
Tras esta diana, volvieron a contar con el control del encuentro, que se les estaba atragantando. Los minutos avanzaban, y, en esta ocasión, el tiempo estaba a su favor, siendo esta la mejor noticia para el cuadro rojiblanco. Apenas pocos minutos después, Riquelme tuvo el tercer tanto, pero su lanzamiento se estrelló en el larguero de la meta andaluza.
Luka Romero vuelve a igualar y hace estallar a la grada almeriense
Sin embargo, esta alegría no les duró demasiado, ya que el Almería volvió a igualar la contienda. Luka, de nuevo, volvía a desatar la euforia en su estadio después de realizar una gran jugada para el cuadro local. Después de realizar una gran combinación con Jonathan Viera, el atacante remató con el exterior y puso la pelota lejos del alcance de Oblak.
Esta acción volvió a suponer un auténtico jarro de agua fría para los atléticos, que apenas acababan de celebrar el 1-2. De nuevo, tenían que intentar asediar a la defensa del Almería, una tarea que no iba a ser nada sencilla, viendo el estado de forma de los locales. Encarando el tramo final, no terminaban de echarse hacia adelante, al menos, lo necesario para volver a marcar.
Se acababa el tiempo, y los colchoneros no podían dejar de mirar hacia su propia portería. El Almería se sabía con fuerzas, mientras que el Atlético quería crecer en los minutos finales. Esa fase se convirtió en un auténtico asedio, con los madrileños buscando el tercer gol del choque de forma constante.
Morata, en un mano a mano con Maximiano, pudo romper la igualada, pero el meta supo detener su disparo. No dejaban de llegar, pero terminaban de tener la fortuna suficiente para poder llevarse los tres puntos, algo fundamental para los rojiblancos. Sin embargo, no encontraron el hueco que necesitaban y volvieron a dejarse dos puntos vitales para la lucha por la Champions.