La Copa del Rey es una competición que gracias a su formato siempre nos deja sorpresas en las primeras rondas. Equipos de Primera División caen contra clubes modestos de hasta tres categorías por debajo, algo que engrandece el fútbol de barro y de barrio. El día de ayer nos dejó dos grandes sorpresas, las eliminaciones del Villarreal y sobre todo, la del Girona ante el Logroñés de Segunda Federación.
Los de Míchel cayeron en los penaltis en una tanda que pasará a la historia de la Copa del Rey por cómo se dio. Al final de la prórroga, el Logroñés, sin cambios, tuvo que poner a un defensor como portero debido a la lesión de su guardameta. El elegido fue Pol Arnau, hijo del difunto exportero Francesc Arnau y jugador que hasta hace nada estaba en el filial del equipo.
Un partido que pasará a la historia
El desenlace del partido fue algo totalmente inesperado e histórico, el Logroñés acabó eliminando a un equipo de Champions League como lo es Girona. Pol Arnau, siendo lateral derecho, paró un penalti decisivo, que hizo que su equipo pudiera llevarse la victoria en un partido agónico. El Girona no se encontró cómodo en ningún momento del partido y no fueron merecedores de llevarse la victoria.
Aun así, la polémica está inundando las redes sociales, pues Stuani falló un penalti durante la tanda, pero debió haber subido al marcador. El lanzamiento dio en el larguero y luego votó claramente dentro de la línea de gol, algo que ninguno de los árbitros vio. Este fallo llevó a que el equipo local tuviera posibilidades de llevarse la victoria, algo que después terminó consiguiendo.
Míchel avisa a Simeone de lo que puede pasar
La Copa del Rey está llena de sorpresas y seguro que Simeone anoche vio lo que le sucedió al Girona. Esto debe servir como aviso al Atlético de Madrid, pues en esta competición nadie regala nada y no hay partido sencillo.
Además, el Girona cayó contra un equipo de Segunda Federación, misma categoría en la que está el rival del Atleti, el Cacereño. Simeone hará rotaciones en el partido, pero sacará un XI repleto de futbolistas del más alto nivel, que deberán ser capaces de superar a su rival y no dejarse sorprender.