Nuevo revés para el Atlético de Madrid en este mercado de fichajes. El conjunto rojiblanco, que busca reforzar su línea defensiva con urgencia, se ha visto superado por el Nápoles en la carrera por uno de los laterales más cotizados del fútbol español. Simeone tenía claro su objetivo, pero finalmente ha tenido que mirar hacia otro perfil tras ver cómo su prioridad tomaba rumbo a la Serie A.
El club partenopeo ha movido ficha de forma decisiva en los últimos días y ha alcanzado un acuerdo total con el Girona para cerrar la incorporación del prometedor lateral izquierdo. Una operación que se ha cerrado por una cifra cercana a los 20 millones de euros, más variables que podrían elevar aún más la cantidad final del acuerdo. Esta negociación también implica al Real Madrid, que se asegura una importante suma por su porcentaje de derechos sobre el jugador.

Miguel Gutiérrez que ha sido clave en la pasada temporada del Girona, tanto en LaLiga como en sus aspiraciones europeas. Su juventud, proyección internacional y notable rendimiento ofensivo le habían colocado en el radar de varios grandes de Europa. Sin embargo, ha sido el Nápoles el que ha logrado convencer tanto al club catalán como al futbolista, adelantándose así a un Atlético que lo tenía bien monitorizado desde hace meses.
Bucero pujó por él
La dirección deportiva colchonera, encabezada por Carlos Bucero y con la aprobación total de Diego Pablo Simeone, había apuntado su nombre como prioridad para reforzar el carril izquierdo. El técnico argentino valoraba especialmente su capacidad para aportar en el ataque sin descuidar la faceta defensiva, además de su encaje ideal en su esquema. No obstante, el pasado madridista del jugador y su poca predisposición a vestir de rojiblanco acabaron por frenar el movimiento.
Ante esta situación, el Atlético optó por cambiar de objetivo y centrarse en Matteo Ruggeri, quien ya ha sido presentado como nuevo fichaje colchonero. Procedente del Atalanta, el lateral italiano llega como una apuesta firme del club, con un perfil diferente pero con margen de crecimiento. Simeone lo ha aprobado personalmente, aunque sigue lamentando no haber podido incorporar a su verdadero deseo para esa banda.
El Real Madrid no le quería de rojiblanco
Desde el entorno del Atlético se señala que, más allá de las condiciones económicas, la decisión final pasó por la voluntad del jugador. Algo que ha molestado en el Metropolitano, ya que consideran que hicieron un esfuerzo serio por convencerlo. Aun así, el club madrileño cierra capítulo con profesionalismo y centra ya su mirada en apuntalar otras posiciones prioritarias como el central y el mediocentro.
En Girona, por su parte, la operación se da por más que positiva. Los 20 millones se repartirán de forma equitativa entre el club catalán y el Real Madrid, en virtud del acuerdo que mantenían por la propiedad compartida del jugador. Míchel pierde a una de sus piezas clave, pero gana fuerte músculo financiero para encarar un verano en el que deberá reconstruir parte del proyecto que lo llevó a Europa.