Un jugador de fútbol con una camiseta a rayas rojas y blancas señala hacia un lado mientras un emoji llorando aparece detrás de él.

No apto para sensibles: Alexander Sørloth y su gesto con la afición del Atlético

El noruego tuvo un bonito detalle una vez acabado el partido contra Las Palmas.

El fútbol es mucho más que un deporte, y Sørloth, delantero del Atlético de Madrid, lo demostró tras el partido contra la UD Las Palmas. En un gesto que ha conmovido a la afición rojiblanca, Alexander Sørloth regaló su camiseta a un joven seguidor,  quien se mostró profundamente emocionado al recibir semejante obsequio. Este momento refleja la conexión entre los jugadores y los hinchas, una relación que trasciende lo que ocurre en el campo.

Jugador de fútbol con uniforme a rayas rojas y blancas señalando con el dedo en un estadio.
Alexander Sørloth celebra el gol del Atlético de Madrid | Europa Press

Lágrimas de emoción

El aficionado, acompañado por sus padres, no pudo contener las lágrimas cuando el delantero noruego se acercó para entregarle la camiseta.  El video muestra al niño con los ojos llenos de emoción, abrazando la camiseta de su ídolo y mirando con admiración a Sørloth. Este tipo de gestos en el fútbol recuerdan la importancia de la cercanía de los jugadores con sus seguidores, especialmente con los más jóvenes.

Este tipo de gestos se vuelven memorables,  especialmente en un deporte tan competitivo como el fútbol, donde la conexión emocional entre jugadores y aficionados es un pilar fundamental. Sørloth ofreció un instante de felicidad a este joven aficionado y recordó al mundo del fútbol que los momentos más valiosos no se encuentran en los goles o las victorias. Actos tan insignificantes para los futbolistas, pueden dejar una huella imborrable en aficionados como este chico.

Dos jugadores de fútbol con camisetas rojas y blancas celebran en el campo, uno de ellos con el número 9 y el otro con el número 10.
Alexander Sørloth se abraza a Correa tras su gol | Europa Press

La redención de Alexander Sørloth

Alexander Sørloth necesitaba un gol así frente a su afición, después del desastre contra el Lille. Sin embargo, momentos como este muestran el lado humano del delantero, quien, más allá de sus habilidades futbolísticas, destaca también por su empatía y generosidad. Al regalar su camiseta, no solo dejó una imagen que será recordada por mucho tiempo, sino que también reafirmó su compromiso con aquellos que lo apoyan cada partido.

En el minuto 65 entró el noruego para poner tierra de por medio en el marcado dejando el 2-0 en el luminoso. Una victoria balsámica, no solo para el club sino para el jugador que venía con muchas dudas al partido frente al equipo canario.  Gol, victoria y mucha moral para ir a jugar a París un partido que por seguro, será muy importante para seguir en la carrera por clasificar a dieciseisavos.