El Atlético de Madrid se presentaba en el Parc des Princes con la necesidad, no de puntuar, sino de ganar.El descalabro ante el Benfica y la inesperada derrota ante el Lille ponen a los del Cholo contra las cuerdas y virtualmente fuera de la nueva Champions League. Con todo esto, Simeone perdía por sanción a Jose María Giménez y por lesión (aún) a Robin Le Normand.
Rodrigo De Paul acompañaría a Pablo Barrios en el medio y con Conor Gallagher tirado a una banda izquierda desde la cual en los primeros minutos hacía aguas el equipo rojiblanco. Javi Galán se veía una y otra vez superado por un dos para uno que le planteaban los de Luis Enrique. Ousmane Dembelé y Achraf Hakimi fueron los artífices de la primera ocasión de peligro en el primer minuto, tras un tiro del segundo que se desvió por poco.
Nahuel Molina, invitado sorpresa
El Atlético de Madrid demostró durante los primeros minutos la cara que está mostrando de visitante en esta Champions. Irreconocible los de Simeone, débiles en los choques y desorganizados en defensa. Un error gravísimo en el minuto 13 de Clément Lenglet en el centro de la defensa supuso el primer gol de los parisinos, obra del joven francés Zaïre-Emery.
Una empanada de campeonato que compensó el jugador más criticado en esta temporada y en los últimos años: Nahuel Molina. Un zarpazo de Giuliano Simeone en una buena jugada colchonera provocó que el Atlético de Madrid siguiera peleando por un balón rechazado por Gianluigi Donnarumma. Fruto de la insistencia, el lateral argentino cazó un rechace en el área, le pegó al esférico con la zurda y lo mandó directo a las redes del portero italiano.
Tras el gol, el partido se controló más por parte de ambos equipos y se calmó. Un escenario más propicio para los de Simeone que para el equipo de Luis Enrique, por el perfil de jugadores que tienen. Siendo un partido más espeso, como diría aquel, beneficia que jugadores desequilibrantes como Ousmane Dembelé o Bardley Barcola no se luzcan tanto.
Ni con los cambios cambiaban el partido
Apenas un tiro con peligro del PSG que taponó Oblak fue lo más llamativo de los primeros quince minutos. Diego Pablo Simeone, consciente de que tenía que ganar, dio entrada en el minuto 60 a un triple cambio. Rodrigo De Paul, Giuliano Simeone y Javi Galán fuera, para dar entrada a Koke, Rodrigo Riquelme y Reinildo Mandava.
Aire nuevo para el Atlético de Madrid que ya sentía que algo podía cambiar si se le presionaba en área contraria al PSG. Un efecto gaseosa que no se prolongó conforme pasaban los minutos. En cambio, Jan Oblak comenzaba a erigirse como el mejor del partido repeliendo una acción parisina tras otra.
Ángel Correa, héroe del partido de nuevo
El partido se abocaba al empate, sino a la victoria parisina. Los de Luis Enrique seguían martillo pilón ametralleando la portería de Jan Oblak, pero el Atlético de Madrid del Cholo lo volvió a hacer. Cuando el partido agonizaba, el de siempre, el que no falla, el angelito del Atlético de Madrid volvió a aparecer.
En la última jornada del partido, el delantero argentino dribló al defensor parisino para mandar con el interior de la bota el balón a la red de Donnarumma. Cuatro tiros en todo el partido hizo el Atlético de Madrid, suficiente para marcar dos goles. Era necesario ganar y se ganó, el Atlético de Madrid encara el siguiente partido con seis puntos y más tranquilidad,