El Atlético de Madrid sigue viviendo un mercado de fichajes extraño, en el que las oportunidades aparecen y se desvanecen con rapidez. Diego Pablo Simeone siempre ha insistido en la necesidad de reforzar su centro del campo. Sin embargo, el escenario actual apunta a que un viejo deseo del técnico argentino se escapará definitivamente.
El deseo de Simeone se esfuma
Ese jugador es Carlos Soler, mediocampista que lleva años en la agenda del Atlético de Madrid y que siempre ha contado con la admiración de Simeone. El canterano del Valencia, actualmente en el PSG, ha buscado salida durante todo el verano. Según Fabrizio Romano, el centrocampista tenía claro que quería regresar a LaLiga o probar suerte en la Premier League. En ese contexto, la Real Sociedad ha tomado ventaja y está a un paso de cerrar su fichaje.

El movimiento, sin embargo, depende de que el club donostiarra libere espacio en la plantilla. Umar Sadiq es el gran candidato a salir, lo que dejaría vía libre para la llegada de Carlos Soler. En cuanto se desbloquee esa operación, la Real Sociedad estaría lista para dar un golpe en el mercado y asegurarse a un futbolista de primer nivel.
Oportunidad perdida
Mientras tanto, en el Atlético de Madrid la sensación es de oportunidad perdida. Simeone veía en Soler un centrocampista con personalidad, llegada desde segunda línea y una lectura de juego muy valiosa para su sistema. Además, su polivalencia le habría permitido actuar en varias posiciones del mediocampo, algo que siempre se ha valorado en el Metropolitano.
El fichaje de Carlos Soler habría supuesto un refuerzo estratégico para acompañar a Barrios y dar más profundidad a la plantilla rojiblanca. Sin embargo, la falta de movimientos de salida y el poco margen salarial han impedido que la operación tomara forma. El Atlético, fiel a su política de no arriesgar sin ventas previas, ha visto cómo el tren pasaba delante de sus ojos.
Por su parte, Soler prioriza encontrar continuidad y protagonismo, algo que nunca logró en París por la feroz competencia del PSG. En la Real Sociedad, además de minutos, tendría la oportunidad de liderar un proyecto competitivo tanto en LaLiga como en Europa. Su encaje en el esquema de Imanol Alguacil parece claro, con espacio para desplegar su llegada al área y su capacidad de organización.