Desde el primer momento, se vio que el Atlético de Madrid tenía un plan muy claro para el duelo ante el Getafe. Querían adelantarse cuanto antes, y no se iban a detener hasta conseguir su objetivo, lo que les daba calma. Lo iban a hacer desde los primeros compases, y esa era la peor de las noticias para José Bordalás, que quería mantener la calma.
El Getafe, por su parte, quería templar y buscaba mantener la posesión el mayor tiempo posible, sin perder su filosofía. Consciente de que el Atlético se encuentra en un gran momento, querían retenerles el mayor tiempo posible. Con eso, y con su solidez defensiva, esperaban poder detener a los rojiblancos, que salieron mandones al campo.
El Getafe, muy pendiente a un Atlético muy inquieto
Con jugadores como Julián Alvarez siendo un quebradero de cabeza, la defensa azulona tenía más trabajo que nunca. Había que encontrar la precisión necesaria para inaugurar el marcador, y el Atlético se encontraba en ese camino. Lino, antes del cuarto de hora, tuvo la más clara en ese momento, pero su lanzamiento se fue algo desviado de la meta de Soria.
Este fue un claro aviso para el Getafe, que no podía ceder ni un solo milímetro, ya que los locales eran incisivos. El dominio local era completo, pero debían encontrarse con el acierto para poder inaugurar el electrónico. El orden azulón era lo único que evitaba que el Atlético pudiera ponerse por delante sobre el césped del Metropolitano.
Lino y el acierto, una relación compleja
En este choque, el brasileño, al menos, durante la primera parte, estaba siendo uno de los grandes protagonistas. Acumulaba algunas ocasiones y se le veía incisivo, pero impreciso, fallando lo que no se debía fallar. Por ello, Diego Pablo Simeone se desesperaba, ya que buscaba que el ex del Valencia siga creciendo en el Atlético de Madrid.
El Atlético, a estrenar el marcador en la segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios, el Atlético, ya con Sorloth en su once, se volcó para intentar conseguir el 1-0. Estaba claro que no había tiempo que perder, y los de Simeone dieron un paso hacia delante. Esto incomodaba claramente al Getafe, que tenía que mantener ese orden defensivo que les había funcionado tan bien en la primera mitad.
Desde el primer momento, los de Simeone buscaban generar ocasiones, ya que sabían del peligro de los de Bordalás. Ante la posibilidad de que los visitantes pudieran anotar, querían dejarles fuera de juego cuanto antes. Como ya pasara en la primera mitad, el dominio del Atlético era evidente, pero terminaban de tener el acierto necesario.
El Atlético, algo atascado
Pasaban los minutos y los rojiblancos no estaban siendo capaces de desentrañar la telaraña defensiva azulona. Con un Getafe que buscaba aprovechar cualquier ocasión para hacer daño, el Atlético debía moverse en las dos áreas. No había que perder ninguna oportunidad para tratar de adelantarse, pero les estaba costando a los de Simeone.
De hecho, los visitantes, sabiendo exprimir a la perfección las llegadas que tenían, les estaba incomodando. Esto es algo que buscaba evitar a toda costa el Atlético, ya que eso les impedía poder generar muchas ocasiones. Había que espabilar, y este era el momento idóneo para los pupilos del técnico argentino, que buscaba dar un golpe sobre la mesa.
Sorloth y Nahuel Molina hacen estragos en la defensa visitante
El paso de los minutos no hacía más que aumentar la impaciencia en un Atlético que necesitaba anotar como fuera. Esto permitió a los de Bordalás venirse arriba y tener más ocasiones, lo que no gustaba a Simeone. Eso sí, los azulones no contaban con alguien que fue diferencial: Alexander Sorloth.
El delantero noruego, que necesita anotar como agua de mayo, fue el encargado de inaugurar el marcador. Cuando más difícil estaba el partido, el ex del Villarreal, aprovechándose de un centro de Nahuel, vio puerta. De forma impecable, pudo batir a David Soria y puso el 1-0 en el electrónico, haciendo respirar de alivio a todo el Metropolitano.
X en el tramo final
En la fase final del encuentro, el Atlético, aupado por sus aficionados, se vino arriba y quiso ir a por el segundo. Se estaba tensando el choque, ya que se protestaron algunas jugadas a favor de los rojiblancos que no se pitaron. Simeone lo tenía claro y quería evitar que los suyos se contagiaran, ya que de esto se podía aprovechar el Getafe para igualar la contienda.
Cierto es que los visitantes, que no tenían margen de error, buscaban tener peligro, pero la defensa evitaba todo. Aun con ventaja, Simeone era consciente de que no se debía despistar y reforzar la parcela defensiva. Por ello, le dio entrada a Le Normand, quien tuvo sus primeros minutos en Liga tras el derbi ante el Real Madrid, cuando se lesionó.
A pesar de que el Getafe, en los últimos minutos, trató de dar la sorpresa, lo cierto es que el Atlético se negó. Sabiendo la importancia del encuentro, los rojiblancos no bajaron el ritmo y consiguieron un triunfo vital. No solo por los tres puntos, sino porque se aúpan a la segunda plaza antes de verse las caras con el Barcelona en su estadio.