Rodrigo De Paul ha vuelto a ser objeto de crítica por un episodio un tanto controvertido y bochornoso mientras defendía la elástica de la Selección Nacional de Argentina. El mediocentro del Atlético de Madrid enfureció a los presentes en el duelo de 'La Albiceleste' ante Paraguay tras ir por debajo en el marcador y ser acribillado por la grada. Los insultos causaron estragos en un De Paul que no dudó en responder a los aficionados que cargaron contra él con un gesto que no gustó nada a los hinchas paraguayos.
De Paul la lía en el tropiezo de la Selección Argentina
Cuando los de Scaloni iban perdiendo, la hinchada cargó contra el número '7', quien respondió a los insultos señalándose la distinción de la camiseta celeste y blanca como Campeón de América. De Paul también se limpió el escudo y llevó su dedo a la tercera estrella, la de Catar, donde Argentina se consagró hace casi dos años como Campeona del Mundo. Estos detalles del centrocampista del Atlético no hicieron más que enfurecer a una afición que tornó el gesto de felicidad de la victoria momentánea de su equipo a pitos e insultos.
Y es que en el fútbol se ha de mantener la compostura, incluso sabiendo que desde la grada siempre buscarán increparte para hacerte rendir peor o sacarte por momentos del encuentro. De Paul se equivocó con esos gestos, los cuales mancillan aún más una imagen que ya de por sí está bastante criticada en los últimos tiempos por su falta de compromiso. El argentino es consciente de que su juego no atraviesa su mejor momento, algo que notan especialmente en el Metropolitano siempre que se enfunda la elástica del Atlético de Madrid.
Lo que le achaca la afición colchonera a su futbolista es esa diferencia abismal de nivel cuando viste de rojo y blanco a cuando lo hace con la Selección Argentina. El compromiso con una y otra camiseta es muy dispar, estando mucho más centrado a las órdenes de Scaloni que cuando es Diego Pablo Simeone el que le da las directrices. A pesar de haber afirmado que cambiaría el chip y trataría de dar más de sí, De Paul sigue en su misma línea y la lluvia de críticas es bastante grande.
De Paul en el ojo del huracán
Estos 'malperderes' no benefician en absoluto a un jugador que no está, ni por aproximación, al nivel que debería y que necesita tanto el Atlético como la Selección. De Paul lo sabe, pero aún así parece estar más preocupado por terceros que por su propio estado de forma, el cual aún está a tiempo de revertir esta temporada. A expensas de poder darle un vuelco a su situación y ser ese centrocampista que todos quieren que sea, De Paul ha de esforzarse y trabajar más para que lleguen resultados.