El partido del Atlético de Madrid ayer sirvió para sacar algunas conclusiones positivas y otras tantas negativas. La efectividad de Alexander Sørloth o el salto de nivel de Marcos Llorente fueron algunas de las alegrías con las que se deleitaron los colchoneros. Sin embargo, la debilidad defensiva sigue siendo un debe del Cholo este comienzo de temporada.
Pero si tenemos que hablar de noticias pendientes de mejora, por decirlo con eufemismos, no podemos dejar pasar la actuación de Rodrigo De Paul. Decepcionante es una palabra generosa para definir la actuación del argentino. No se entiende como puede haber tanta diferencia en su rendimiento entre la selección argentina y el Atlético de Madrid y esto puede acarrearle la suplencia como costumbre.
El futuro del Atlético de Madrid es una realidad
Ante la inoperancia de Rodrigo De Paul, Pablo Barrios viene con ganas de romper la puerta de la titularidad. Debutó un 29 de octubre de 2022 en el Nuevo Mirandilla con una derrota muy dura en el último minuto. Aquella fue la época más complicada de la era Simeone y como dicen que ningún mar en calma hizo experto a un marinero, Pablo Barrios se aplicó el refrán al dedillo.
Poco a poco fue jugando partidos con el primer equipo ganando confianza y seguridad en sí mismo para ser el futuro de este equipo. Si Simeone tiene algún debe en el Atlético es no haber promocionado tanto la cantera, bien es cierto que en gran parte depende de la calidad de los jugadores del filial. Solo Koke, Saúl Ñíguez, Lucas Hernández o Thomas son alguno de los canteranos que llegaron a asentarse en un momento dato con el Cholo, sin embargo Pablo Barrios lo tenía claro.
"Cuando ves a un chico que juega a la pelota sin miedo con personalidad, responsabilidad, sacrificio, visión de juego. Lo veníamos viendo desde hace bastante y el chico tiene unas condiciones muy buenas. Es un chico humilde que escucha y quiere aprender".
Siempre centrado en lo colectivo, Simeone dedica pocos elogios a un futbolista en concreto. Sin embargo, con Pablo Barrios se deshizo en elogios porque el chaval se los ganó a base de hechos. En esta misma rueda de prensa también dijo que el mediocentro madrileño era un hombre de club y que, como a todos, le vendrían reveses que debería sortear.
El año pasado recibió críticas
El palo más duro hasta el momento lo recibió el año pasado en los cuartos de final de Copa del Rey. Con el partido ya acabado, Barrios emprendió una conducción hacia área propia que desembocó en una pérdida de balón y un penalti en contra. Solo el VAR le salvó de críticas que podrían haber sido peores aún.
"Una jugada que le sirve a Pablo porque desde la juventud piensa que tirar una pelota afuera queda feo. Y sí queda feo, pero puede ser importante para no correr riesgos posiblemente innecesarios. Me alegra que haya sucedido y que no haya tenido consecuencias porque es joven, nos ha pasado a todos".
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Contra el Villarreal fue dominante
Su partido de ayer pudo suponerle un punto de inflexión en su carrera y ganarse la titularidad con el Cholo. En 90 minutos: 84% de precisión en los pases, 3/3 regates completados, 5/10 duelos ganados, 4/4 desplazamientos en largo completados y 1 asistencia. Aún con margen de mejora y gracias al rodaje de los Juegos Olímpicos el jugador ha comenzado con muy buen pie esta temporada.
La teoría dice que es el relevo de Koke en el mediocentro y la capitanía rojiblanca. Sin embargo, no siempre la teoría se acaba cumpliendo. Bale con Cristiano o Neymar con Messi, son relevos en el fútbol español que acabaron en juguetes rotos o rendimientos pobres para las expectativas creadas.
Tampoco hay que irse muy lejos para ver que Jose María Giménez no está ni cerca de llegar a ser como Diego Godín. Es por eso que hay que tener paciencia con el chaval y darle tiempo. No quemarlo y saber dosificarlo para que tenga un crecimiento orgánico.
Por características no será, por trabajo - hasta el momento - tampoco. Pablo Barrios ha venido para quedarse y si sigue creciendo como lo está haciendo, más pronto que tarde lo logrará.