El Atlético de Madrid está a punto de cerrar uno de los negocios más rentables del verano, y no será precisamente por un fichaje. Según el periodista Rubén Uría, el club rojiblanco ingresará entre 12 y 15 millones de euros limpios gracias a los conciertos de Bad Bunny en el Metropolitano. Una cifra que ha generado revuelo, sobre todo en el barrio vecino.
La envidia de la capital
Los conciertos del artista puertorriqueño llevan meses de negociación. Finalmente, el club anunció seis fechas en su estadio, aunque no se descarta que puedan extenderse hasta diez. Cada espectáculo reunirá a cerca de 70.000 personas, lo que convierte al Metropolitano en el epicentro de los eventos masivos en Madrid.

Rubén Uría fue claro en su intervención. Dijo que en el otro lado de la ciudad "están levantando ampollas, grandes", en referencia al Real Madrid. Y es que mientras el Santiago Bernabéu acapara titulares por sus avances tecnológicos y su cubierta retráctil, el estadio rojiblanco está consolidándose como el favorito para conciertos de primer nivel.
Referencia mundial en el mundo del espectáculo
El Metropolitano se ha ganado un lugar privilegiado en la agenda de las grandes promotoras. Artistas de talla mundial han elegido sus instalaciones por capacidad, accesibilidad y condiciones técnicas. Pero el fenómeno Bad Bunny marca un antes y un después: seis conciertos asegurados, con posibilidad de más, y una recaudación millonaria sin mover un balón.
Estos ingresos, según fuentes cercanas al club, permitirán al Atlético de Madrid abordar el mercado con más soltura. No solo mejora su músculo financiero, también refuerza su marca global. Mientras algunos clubes buscan inversores externos, el Atleti diversifica ingresos explotando al máximo su estadio.
Lo curioso es cómo ha calado este éxito en el entorno del Real Madrid. Uría apuntó que hay quienes están "rabiosos", al ver que el Metropolitano se ha convertido en una referencia de la cultura y el espectáculo. Incluso insinuó que en el Bernabéu esperaban llevarse ese protagonismo tras las reformas, pero la realidad está siendo distinta. El negocio con Bad Bunny no es un hecho aislado, es parte de una estrategia clara del Atlético para rentabilizar cada rincón del Metropolitano.