El mercado de fichajes del verano pasado ilusionó poco a la afición rojiblanca. Sin prácticamente inversión y recuperando cedidos, no había ningún nombre que resaltar. Además, la marcha de un pilar del equipo como, como lo era Carrasco, supuso un palo muy duro.
En su lugar, llegar tres jugadores con la ilusión de hacerse con el puesto que el belga había dejado libre. Javi Galán, Samu Lino y Roro Riquelme fueron los tres elegidos por la directiva para la lucha por el carril izquierdo.
En lo que va de temporada, uno de ellos se ha impuesto y ha conseguido el puesto como titular, Samuel Lino.
La nueva maravilla de Simeone
El técnico argentino es conocido por reconvertir a jugadores y sacarles su máximo partido. Lino llegó al Atlético de Madrid como un extremo encarador, delantero de los que juegan pegados a la banda, pero Simeone tenía otros planes con él.
Durante la pretemporada comenzó a probarlo en el carril izquierdo y el resultado fue muy positivo, tanto que comenzó la temporada como titular. Su primer año en el club rojiblanco ha hecho que la mayoría de personas olviden a Carrasco.
Nos hemos encontrado un jugador muy generoso en el esfuerzo defensivo, combinativo y peligroso cuando llega a campo rival. En Liga de Campeones ha jugado cuatro partidos, en los que suma dos goles y tres asistencias. Por otro lado, en Liga ha conseguido anotar otros dos tantos y ha repartidos do asistencias más.
En total, son nueve contribuciones de gol en 1200 minutos jugados, cifras excelentes para un carrilero. El jugador que más oportunidades ha tenido después de Lino es Roro, al que se le ve más como un jugador de área, pero que cumple de carrilero.
Galán es el gran damnificado
La explosión de Lino ha taponado mucho a dos fichajes de este año, Roro y Galán. Riquelme dentro de lo que cabe ha tenido más minutos, pero Galán no ha disfrutado de prácticamente oportunidades.
El ex jugador del Celta no parece darle seguridad a Simeone en esa posición y solo ha sido utilizado cuando no ha habido otra. Se rumorea mucho su posible salida este enero, pero Simeone no quiere perder efectivos para lo que resta de temporada.