El Atlético de Madrid, desde el comienzo, debía estar atento a las jugadas de estrategia, ya que el Sevilla lo iba a aprovechar todo. El conjunto de Víctor Martín necesitaba ser dominador desde los primeros compases y su misión era la de crecer. La evolución, más que necesaria, era obligatoria, no tenían margen de error.
Poco a poco, parecía que el Atlético de Madrid sí que avanzó en esa tarea, tratando de incomodar pronto a su rival. De forma gradual, fueron generando las rojiblancas algunas aproximaciones que buscaban hacer trabajar a Sullastres.
Se les veía más activas a las visitantes, tratando de poner bajo asedio a un Sevilla que trataba de escapar de esa presión. Precisamente por ello, debían las rojiblancas extremar las preocupaciones en su propio área. En cualquier llegada, por nimia que fuera, las de Losada podrían hacerles mucho daño, algo que no se debía consentir.
El Atlético de Madrid, en la búsqueda de la verticalidad
Ante el orden defensivo que estaba presentando el Sevilla, el Atlético de Madrid tenía la clave ante sí: ser verticales. Si conseguían cierto vértigo en el campo contrario, el partido sería suyo, algo que necesitaban de forma urgente. Avanzaban los minutos y esta situación parecía poco probable que sucediese, al menos, en el corto plazo.
El Sevilla, lejos de ser el convidado de piedra, quiso tener un papel muy activo sobre el terreno de juego. Esto era algo que no le convenía al Atlético de Madrid, que necesitaba dar un notable paso hacia delante para adelantarse en el marcador.
Kanteh enfría al Atlético de Madrid
Pasada la primera media hora de partido, llegó el varapalo que nadie quería que llegara en el Atlético de Madrid. El Sevilla, a través de la diana de Kanteh, se adelantó en el marcador, congelando a las de Víctor Martín, que estaban contra las cuerdas. Se oteaba el que podía ser el tercer duelo consecutivo sin ganar, y eso era algo que no se podía permitir.
El Atlético, algo estancado en la segunda mitad
Sin duda, este fue un punto de inflexión para las rojiblancas, que necesitaban volver a meterse de lleno en el partido cuanto antes. Tras el paso por los vestuarios, el Atlético de Madrid se había quedado sin colchón de seguridad. Debían dar un paso de gigante para reaccionar, y este era el momento indicado para hacerlo.
No era la mejor versión de las de Víctor Martín, a las que les estaba costando, y mucho, poder hacer daño al Sevilla. Estaban estancadas, ya que no eran capaces de provocar que las locales se replegaran y ponerlas contra las cuerdas. Esta, sin duda, era la peor de las noticias para un Atlético de Madrid algo plano y que debía reaccionar.
El Atlético de Madrid buscaba dar un golpe de efecto
Pasaba el tiempo, y las sensaciones no mejoraban para las de Alcalá de Henares, que estaban siendo bien frenadas por el Sevilla. De forma tímida, en alguna que otra ocasión, se acercaban a la meta de Sullastres, aunque sin demasiado éxito. Lucía Moral, todavía jugadora colchonera, fue expulsada, lo que apretó las cosas sobre el verde.
Cierto es que, gracias a esto, el Atlético de Madrid aumentó sus llegadas al área rival, provocando las intervenciones de Sullastres.
Silvia Lloris mete de lleno al Atlético de Madrid en el partido
Cuando pocos pensaban que las rojiblancas pudieran hacerlo, llegó la diana del Atlético de Madrid, que respiró. Silvia Lloris, a la salida de un córner, se aprovechó de un pequeño barullo para igualar la contienda. Esta es la mejor de las noticias para las rojiblancas, que buscaban ir a por más en el terreno de juego.
Boe Risa salva a Víctor Martín y el Atlético de Madrid
En el tramo final, trataron de conseguir los tres puntos, buscando que el Sevilla cometiera un error y aprovecharlo. Siguieron generando ocasiones, lo que invitaba a pensar que podrían remontar, pero no eran capaces de anotar el segundo. Finalmente, sus llegadas tuvieron su premio gracias a la intervención providencial de Boe Risa.
La noruega, con un golazo desde fuera del área, le dio los tres puntos al Atlético de Madrid, que respira aliviado. Un zapatazo desde larga distancia fue el causante de que se rompieran los dos encuentros consecutivos de sequía. Así, las rojiblancas pueden preparar sus siguientes compromisos con buena energía y mejores sensaciones.