Corría el minuto 42 cuando todo cambió. Todo se precipitó. El Atleti perdía 2-0, pero perdería mucho más. Thomas Lemar, en un lance del juego, caería mal al suelo y rápidamente pediría las asistencias. Se fue llorando del césped, lo que hizo presagiar que se había hecho daño de verdad.
Horas después, los servicios médicos del Club Atlético de Madrid lo confirmaban: Thomas Lemar se había hecho una grave lesión en el tendón de Aquiles. Ahora solo queda por ver el pronóstico final, que puede ser de entre cinco y seis meses.
Con Lemar en el dique seco, Simeone tuvo que buscar una solución de emergencia. Y no hizo experimentos, apostó por un cambio natural: Javi Galán. Y el lateral extremeño cumplió, y con nota.
Javi Galán gana enteros
De hecho, el Atleti mejoró (y bastante) desde su entrada. Muy incisivo por banda, dejó claro que su profundidad es uno de los valores a explotar por el equipo. Volvió loca a la bansa izquierda del Valencia en los primeros minutos de la segunda mitad y por su parcela llegaron las acciones más peligrosas del Atleti.
El gol de Javi Guerra, pero, lo volvió a cambiar todo. El Atleti volvió a su cara más apática y Galán también se apoderó de ello. No pudo hacer nada más. Eso sí, sus buenos minutos dejaron claro a Diego Pablo Simeone que puede confiar más en él, que le puede dar más minutos.
Javi Galán, el gran olvidado
Y es que no había disputado todavía ningún minuto oficial con la elástica rojiblanca. El futbolista, que llegó este verano al Civitas Metropolitano procedente del Celta de Vigo, pasaba por una situación un tanto extraña.
Pues no había disputado ningún minuto de Liga y en pretemporada su participación se fue apagando poco a poco. De hecho, ya fue extraño que en el gran test de pretemporada, ante el Manchester City y sin relevos por parte de Simeone, Galán no disputara ni un sólo minuto.
Ahora, tras su buena actuación en Mestalla, Simeone ya podrá confiar más en él.