El Atlético de Madrid fue uno de los protagonistas del pasado mercado de verano, realizando diversas operaciones en su plantilla. Con un gasto superior a los 91 millones de euros, el club rojiblanco se movió en varias direcciones antes de concretar sus fichajes finales. Sin embargo, algunas de las primeras opciones se esfumaron por distintos motivos.
Uno de los casos más sonados fue el del delantero Artem Dovbyk, quien inicialmente estaba cerca de firmar con el Girona. El Atlético intentó intervenir en la operación, pero el jugador y su agente optaron por cambiar de rumbo y cerrar un acuerdo con la Roma. Esta decisión obligó a los rojiblancos a replantearse sus objetivos.
Búsqueda en el mediocampo
En el centro del campo, la historia fue similar. Conor Gallagher terminó siendo la incorporación clave, pero el Atlético ya había tanteado varias alternativas previamente. Desde el invierno anterior, uno de los jugadores que estuvo cerca de llegar al Metropolitano fue Mats Wieffer, por entonces en el Feyenoord.
El internacional neerlandés estaba en la mira del Atlético, que negoció con el club neerlandés para incorporarlo. Sin embargo, el Feyenoord se mostró firme en sus pretensiones de 32 millones de euros, una cifra que los colchoneros no pudieron igualar. Finalmente, el Brighton and Hove Albion cerró su fichaje, dejando al Atlético sin una de sus prioridades.
Vermeeren y Wieffer: destinos distintos
Ante la negativa del Feyenoord, el Atlético apostó por Arthur Vermeeren, por quien pagó 18 millones de euros. Sin embargo, el joven centrocampista belga no logró tener un impacto significativo durante su breve etapa en el equipo. Por otro lado, Wieffer, quien se había mentalizado para mudarse a Madrid, explicó recientemente lo cerca que estuvo de unirse al Atlético.
“El invierno pasado estuve cerca de fichar por el Atlético de Madrid, hablé con el club y me explicaron el proyecto, era muy bueno”, declaró en ‘Sport Witness’. Sin embargo, el Feyenoord bloqueó su salida al encontrarse en plena lucha por puestos de Champions. Con el paso de los meses, el Brighton dio un paso decisivo y fichó al jugador tras la final de la Copa KNVB.
Del mismo modo, asumió que “los clubes no llegaron a un acuerdo pero el Feyenoord no quería dejarme ir, por estar envueltos en la lucha por los puestos de Champions. El club no quería perder jugadores del primer equipo y lo entendí. Después de eso no escuché nada más del Atlético, nada concreto, en cualquier caso”.
Inicio discreto en Brighton
Actualmente, Wieffer vive una etapa de adaptación en Inglaterra. Ha disputado 14 partidos con el Brighton, acumulando 528 minutos, aunque las lesiones y la competencia en el mediocampo han limitado su protagonismo. A pesar de ello, el jugador sigue centrado en triunfar en el extranjero, cumpliendo uno de sus sueños profesionales.
Aunque ya no forma parte del Feyenoord, Wieffer mantiene un fuerte vínculo con su antiguo club. “Si puedo, sigo los partidos en directo por televisión”, afirmó el centrocampista, quien también mantiene contacto frecuente con excompañeros como Dávid Hancko y Timon Wellenreuther. Su nostalgia por el Feyenoord demuestra que, aunque su carrera continúa en Inglaterra, su corazón sigue ligado a Rotterdam.