La posible salida de Correa del Atlético de Madrid ha generado revuelo en el entorno colchonero, especialmente con el interés renovado del Al-Ittihad de la Saudi Pro League. Con 29 años y un contrato que lo une al club hasta 2026, Correa ha visto cómo su protagonismo ha disminuido en esta temporada. Esto le ha llevado a especulaciones sobre un cambio de aires en el próximo mercado invernal.
El interés del Al-Ittihad
El club saudí ha puesto sus ojos en Correa como parte de su ambicioso proyecto de reforzar su plantilla. Con un equipo que ya cuenta con estrellas como N’Golo Kanté y Fabinho, la incorporación del argentino podría aportar un perfil ofensivo dinámico y versátil, muy valorado en La Liga. La intención del Al-Ittihad es clara: desean sumar jugadores de calidad para desafiar a equipos como el Al Hilal en la lucha por el título de la liga. Para Correa, esto podría significar un papel protagónico y una atractiva oferta económica, lo que añade atractivo a la posible transferencia.
En el Atlético de Madrid, la situación de Correa no ha sido la más favorable. Su inicio de temporada ha sido discreto, anotando solo dos goles en trece partidos, y la mayoría de sus participaciones han sido desde el banquillo. La llegada de delanteros como Sorloth y Julián Alvarez ha recortado aún más sus minutos, lo que ha llevado al jugador a considerar un cambio.
La postura de Gil Marín
A pesar del interés del Al-Ittihad, parece que Gil Marín no tiene planes inmediatos de actuar. La incertidumbre sobre el futuro de Correa podría dejarlo en un limbo, ya que la dirección del club no parece dispuesta a facilitar su salida en este momento. Esto genera un dilema para el jugador: seguir en un club donde su tiempo de juego es limitado o arriesgarse a mudarse a una liga en crecimiento que podría ofrecerle oportunidades.
La situación de Ángel Correa en el Atlético de Madrid es un reflejo de la complejidad que enfrentan muchos jugadores en un equipo en constante evolución. Con el interés del Al-Ittihad y la falta de minutos en el Atleti, la balanza podría inclinarse hacia una salida en enero. Sin embargo, la postura de Gil Marín sugiere que el futuro de Correa en el Atlético podría no cambiar tan pronto como él desearía.