Frederico Varandas ha encendido todas las alarmas en Portugal. El presidente del Sporting de Lisboa ha sido tajante en su postura sobre el futuro de Viktor Gyokeres. El delantero sueco quiere cambiar de aires, pero desde las oficinas del José Alvalade no están nada dispuestos a ceder ante la presión del jugador ni de los clubes interesados.
El máximo dirigente del conjunto lisboeta ha rechazado públicamente las últimas cifras que se han filtrado en el mercado. “No se irá por 60 millones, ni por 60+10. Es simplemente imposible”, sentenció Varandas ante los medios, en una declaración que ha sentado como un jarro de agua fría a los equipos que soñaban con fichar al goleador escandinavo.

Con estas palabras, el presidente del Sporting deja claro que será él quien decida cuándo y cómo saldrá Viktor Gyokeres. El jugador, por su parte, está completamente decidido a abandonar el club este verano, pero se encuentra con un muro infranqueable. La cláusula de rescisión es alta y el club no está dispuesto a negociar a la baja.
Los portugueses aprietan fuerte
La situación empieza a adquirir tintes de guerra interna. Viktor Gyokeres, que firmó una temporada espectacular con la camiseta del Sporting, considera que ha llegado el momento de dar el salto. Su entorno ya ha hecho saber que el sueco quiere probar suerte en una liga de mayor nivel competitivo, pero el club portugués no parece dispuesto a facilitar esa operación.
Varandas, firme y desafiante, dejó entrever que el delantero podría tener que volver a entrenar con el equipo aunque no esté de acuerdo. “Aquí mandamos nosotros, Si no hay oferta adecuada, el jugador se reintegra. Así de claro”, aseguró, un mensaje que va directo tanto a Viktor Gyokeres como a sus pretendientes.
El Sporting se pone muy duro
El problema es que varios clubes ya han tanteado la posibilidad de ficharle, ofertas cercanas a los 70 millones han sido rechazadas sin titubeo. El Sporting exige mucho más, y si nadie alcanza ese umbral, el internacional sueco deberá seguir vinculado a los ‘Leones’ al menos una temporada más.
La tensión es máxima, en Portugal temen que el caso Gyokeres se convierta en una bomba de relojería dentro del vestuario. El delantero no oculta su deseo de marcharse, y el club no quiere ceder en su postura. El escenario empieza a recordar a otros casos sonados de enfrentamientos entre futbolistas y directivos.
Todo indica que el futuro del goleador sueco dependerá exclusivamente de quien esté dispuesto a pagar su cláusula. Mientras tanto, Varandas se mantiene firme, su mensaje ha sido claro y directo, no habrá rebajas. No habrá concesiones, el sueco, que llegó procedente del Coventry City por unos 20 millones, ha multiplicado su valor tras dos temporadas brillantes en Lisboa.