Hay costumbres que no cambian. En michos hogares, el primer instinto es abrir cada armario de la cocina como si se tratara de una expedición arqueológica. Cajones de snacks, baldas de la despensa, bandejas de la nevera ...todo merece una inspección detallada.
Así nos lo cuenta en All Recipes Courtney Kassel, quien normalmente encuentra lo de siempre: condimentos al borde del abismo, pasta de formas insólitas y restos de tentempiés rescatados de viajes. Pero la última vez ocurrió algo distinto, porque el congelador estaba lleno de un solo producto, y no era casualidad.

La joya del verano que triunfa en Estados Unidos
El padre de Courtney y su pareja, Ellen, han encontrado su debilidad: los ravioles de maíz dulce, burrata y albahaca de Trader Joe’s. Esta pasta fresca, de temporada, está elaborada con una masa de sémola adornada con finas rayas amarillas que recuerdan al buen tiempo. El relleno es un festival de sabor: maíz dulce, albahaca fresca y una cremosa mezcla de burrata y ricotta.
Según su padre, “clásicos, pero no los típicos”, y también “una comida reconfortante y profundamente satisfactoria” y no son los únicos que lo creen. Reddit está lleno de hilos donde los fans celebran su regreso a los refrigeradores. Algunos compran tres paquetes de una vez, otros confiesan que es su ravioli favorito de toda la tienda.
Cómo preparar la cena más fácil del mundo
La pareja lo tiene muy claro: Rao’s, solo con esta delicia ya tienen una cena ganadora, pero hay más opciones que han compartido otros entusiastas de la comunidad. Desde combinar los ravioles con mantequilla dorada y hierbas, hasta añadir ralladura de limón o un toque de miel picante.

Incluso hay quien los fríe al aire para darles un giro crujiente. Congelarlos también es una opción viable. Aunque se venden en la sección de refrigerados —junto a los quesos y embutidos—, se conservan perfectamente durante seis meses si se congelan.
Un producto que desaparece tan rápido como llega
Estos ravioles no están siempre disponibles. Trader Joe’s los lanza justo antes del verano, pero nunca se sabe cuándo desaparecerán. Quizá por eso muchos compran varias cajas en cada visita.
Así lo hacen mi padre y Ellen, que llenan su congelador como si no hubiera un mañana. Y es que, tratándose de un producto tan especial, no quieren quedarse sin él.
Quienes los han probado saben que no es una exageración. Es un manjar simple, accesible y lleno de sabor. La prueba de que Trader Joe’s sabe cómo convertir una comida fácil en una experiencia memorable.