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rostro mujer y manos fregando platos

Una ingeniera de alimentos señala cuál es el lugar 'más contaminado' de tu cocina

Mantener las esponjas en condiciones puede ayudarnos a prevenir la contaminación cruzada en nuestro hogar y, especialmente, en nuestra cocina

En el mundo de la cocina, la higiene y la seguridad alimentaria son fundamentales. Hay un lugar que a menudo pasa desapercibido, pero que puede ser el epicentro de la contaminación: el estropajo que usas para lavar los platos.

Mariana Zapién, conocida como @ingdetusalimentos en Instagram, revela que este humilde utensilio puede albergar una gran variedad de microorganismos. De hecho, diversos estudios han demostrado que las esponjas de cocina son propensas a acumular bacterias, hongos y otros microorganismos.

Estos diminutos invasores pueden sobrevivir en la esponja durante horas e incluso días. Lo que significa que cada vez que la utilizas, puedes estar propagando contaminantes de un lugar a otro en tu cocina.

Evita la contaminación cruzada en tu cocina

La contaminación cruzada se vuelve una amenaza latente cuando la esponja se convierte en un caldo de cultivo para estos agentes patógenos. Ante este escenario, surge la pregunta inevitable: ¿Cómo lavas tu esponja?

Mariana Zapién invita a reflexionar sobre las prácticas de higiene en la cocina y ofrece consejos sobre cómo mantener este utensilio crucial libre de contaminantes. La ingeniera de alimentos propone técnicas de lavado que van más allá de simplemente enjuagar la esponja con agua y detergente.

Ante la duda, cambia la esponja

"¿Te enseño cómo hacerlo de la manera correcta?", pregunta Mariana en su publicación en Instagram, sugiriendo que hay métodos específicos para garantizar la limpieza efectiva de la esponja.

Podría tratarse de desinfectarla regularmente, utilizar productos antimicrobianos o incluso reemplazarla con mayor frecuencia para prevenir la acumulación de microorganismos.

En la cocina cada detalle cuenta

La conciencia sobre la importancia de mantener la esponja de la cocina libre de contaminantes se convierte en una llamada a la acción. Al menos para aquellos que buscan preservar la seguridad alimentaria en sus hogares.

La cocina, lejos de ser solo un espacio para preparar alimentos, se convierte en un laboratorio de cuidado e higiene. Donde cada detalle cuenta para evitar riesgos innecesarios.