Ángel Correa está firmando una de sus temporadas más destacadas con el Atlético de Madrid. El delantero argentino, que lleva años siendo una pieza clave en la plantilla de Simeone, ha dado un paso al frente en los momentos importantes. Su rendimiento, tanto en LaLiga como en competiciones europeas, ha sido determinante para que el conjunto rojiblanco se mantenga competitivo en todos los frentes.
El pasado martes, Ángel Correa fue el gran protagonista en la victoria del Atlético frente al Sparta de Praga. Con un doblete que remató un partido finiquitado, el delantero demostró su olfato goleador y su capacidad para aparecer en momentos clave. No es la primera vez que el argentino responde en escenarios importantes esta temporada.
El gol en París supuso un punto de inflexión
Su gol en el Parque de los Príncipes ante el Paris Saint-Germain, que significó una valiosa victoria en la Champions League, consolidó su papel como uno de los líderes del equipo. Con estas actuaciones, Correa no solo refuerza su estatus en el club, sino que también pone sobre la mesa una cuestión clave: su renovación. El contrato del argentino expira en 2025, y aunque aún queda un margen de tiempo, en el club entienden que la próxima temporada será decisiva.
Si no llegan a un acuerdo para prolongar su vínculo, el Atlético podría verse obligado a venderlo el próximo mercado de fichajes para evitar que se marche gratis. En este contexto, la dirección deportiva rojiblanca tiene claras dos cosas. Por un lado, quieren asegurarse la continuidad de un jugador que, a sus 29 años, está en plena madurez futbolística.
Por otro lado, son conscientes de que, si no logran cerrar la renovación del argentino, la venta sería la única opción viable desde un punto de vista financiero. Ángel Correa, que llegó al Atlético en 2015, se ha convertido en uno de los futbolistas más queridos por la afición. Su sacrificio, entrega y habilidad en el campo han hecho de él un símbolo del espíritu rojiblanco.
El Atlético de Madrid tiene ahora la tarea de gestionar esta situación con la delicadeza que merece. Mientras tanto, Correa sigue dejando su huella con actuaciones brillantes, consolidándose como un pilar fundamental en la temporada rojiblanca. La pelota, ahora, está en el tejado del club.