El encuentro comenzó con un Atlético muy atento a todos los movimientos de su rival, intentando ahogarle con su presión. Eso sí, el Inter, que no cambió su estilo, era el que mantenía el control, y, desde los primeros compases, intentó acercarse. Las primeras aproximaciones eran locales, aunque la defensa rojiblanca no tenía problemas a la hora de despejar lo que le llegaba.
No se quería correr ningún riesgo, aunque las llegadas del Inter empezaban a ser una constante. Tras esta primera fase de claro dominio ‘neroazzurro’, el Atlético empezó a sacudirse ligeramente el agobio al que estaba siendo sometido. Intentando trenzar jugadas a través del control del balón, los de Simeone querían alejarse cuanto antes de su propio campo.
Samuel Lino, protagonista de los primeros acercamientos del Atlético
Como dijo el propio entrenador del Atlético, esta eliminatoria iba a ser un ‘partido largo’. El equipo empezaba a coger peso en el duelo, y, a pesar de la presión italiana, comenzó a estabilizarse sobre el terreno de juego. Sin dejar de ser conscientes de que el encuentro iba a tener un claro color azul y negro, no permitían que su zaga se rompiera ante los ataques del Inter.
Ofensivamente, había que exigirles más, ya que no debían caer en la precipitación ni en las prisas para llegar a la portería rival. Sin olvidar su propia meta, tenían la obligación de echarse hacia adelante para intentar incomodar al conjunto milanés. Gracias a esto, tuvieron una gran llegada, protagonizada por Samuel Lino, cuyo centro, muy peligroso, no pudo encontrar rematador.
El brasileño, de hecho, fue el autor del primer lanzamiento del Atlético en todo el partido. Con un remate raso desde fuera del área, el carrilero intentó probar al portero contrario, pero su disparo, ajustado, se fue desviado de la portería. Este fue el primer gran aviso de los pupilos de Simeone, que empezaron a mostrar iniciativa.
El Atlético no le pierde la cara al encuentro y busca atacar
La bravura con la que comenzaron los de Inzaghi no bajaba, y la defensa debía estar muy atenta para despejar sus acercamientos. El estilo de juego interista era el predominante sobre el campo, lo que hacía sufrir a un Atlético centrado en no encajar goles. No solo eso, ya que, lejos de dejarse intimidar por su rival, querían proponer, intentar poner contra las cuerdas a la zaga local.
Witsel se estaba convirtiendo en uno de los grandes pilares del equipo, y, en una jugada concreta, fue vital. En una contra muy afilada del Inter, el belga supo despejar a tiempo un pase muy envenenado, lo que les dio algo de aire. Era un encuentro bello para el espectador, con los dos conjuntos intentando asestarse un golpe letal para adelantarse en el marcador.
El Atlético, lejos de hundirse atrás, no dejaba de intentar adelantar metros en el campo y acercarse al área contraria. Con el paso de los minutos, no eran inusuales las llegadas a los últimos metros del campo interista, y, en alguna ocasión, tuvo que intervenir Sommer para detener sus acciones. Gracias al notable trabajo de sus defensas, pudieron centrarse en tareas más ofensivas.
Los duelos, una prioridad para los de Simeone sobre el campo
El cuadro local, a pesar de sus acercamientos, no era capaz de generar una situación concreta de peligro. La solidez defensiva del Atlético les estaba impidiendo tener ocasiones claras de gol que incomodaran a Jan Oblak, muy tranquilo por el momento. Con un guión de lo más previsible, la resistencia colchonera fue alta, reduciendo bien las ventajas del cuadro italiano.
La clave, en esta fase del partido, para el Atlético, era mover el balón al primer toque. Si conseguían hacerlo, eran capaces de tener bajo control a su rival. Manteniendo el orden en defensa, no estaban teniendo demasiados apuros a la hora de alejar el balón de su campo.
El Atlético sufre ante el aumento del ritmo del Inter en los últimos minutos
Con todo, los locales no dejaban de generar ocasiones, destacando una de Arnautovic, que mandó el balón por encima del larguero. Con todo, no se dejaba de buscar la portería defendida por Sommer, sin cejar en el empeño de anotar, con lo que eso significa. En esta fase, los ‘neroazzurros’ buscaban exprimir su velocidad y fuerza, mientras que los de Simeone intentaban volar a la contra.
La claridad gobernaba en los ataques del conjunto italiano, que no cejaba y seguía generando grandes situaciones de gol. La presión a la que estaban sometiendo a los rojiblancos estaba siendo muy intensa, y más, teniendo en cuenta que se encaminaban poco a poco al tramo final. Con el paso de los minutos, los locales mostraron su mejor versión, que estaban asediando a los de Simeone, que tenían problemas para despejar.
No se podían creer los aficionados de San Siro la poca puntería que estaba teniendo su equipo, que fallaba claras ocasiones. Lautaro, de cabeza, volvía a poner a prueba la atención de Oblak, que no dio opción a segundas jugadas. Las malas noticias se acumulaban, ya que Griezmann se marchó del campo dolorido, haciendo saltar las alarmas.
Sin perder la paciencia a la hora de construir con el balón, ganar los duelos era una obsesión para el cuadro rojiblanco. Eso sí, debían tener cuidado, ya que, con poco, su rival era capaz de tener grandes ocasiones. Lautaro, en el balcón del área, tuvo una gran llegada, pero el disparo del argentino se fue por encima de la portería del esloveno.
El punta del Inter volvió a tener otra de las grandes ocasiones del encuentro para el cuadro de Inzaghi. Tras un buen centro lateral, pudo rematar sin demasiados problemas, pero el portero colchonero, muy atento, pudo atrapar sin apuros su lanzamiento. La defensa volvió a ser clave, después de un grave error en el pase, disuadiendo a Lautaro, que volvió a tener otra gran llegada, pero su tiro no encontró puerta.
El Inter, muy atento a cada pérdida, las estaba explotando de forma vertiginosa. Oblak tuvo que volver a intervenir tras un buen disparo de Lukaku, atrapando su lanzamiento en dos tiempos. Así se llegó al descanso, con el empate a cero inicial en el marcador y un Atlético que resistía de forma formidable a los italianos.
El Inter vuelve a asediar en los primeros instantes de la segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios, el Atlético empezó con una mala noticia, ya que Giménez se tuvo que retirar lesionado. El Inter tampoco comenzó bien, ya que Marcus Thuram, quien fue un dolor de cabeza para Simeone, también tuvo que marcharse con una dolencia. Con esta situación, fueron los rojiblancos los que arrancaron intentando apretar a sus adversarios.
Mientras tanto, el equipo local retomaba sus aproximaciones, aprovechándose de algunas faltas de concentración. Inzaghi tenía claro que sus jugadores no debían salirse del plan de partido, y por eso no bajaron el pie del acelerador. Arnautovic, tras un gran centro de DiMarco, tuvo la primera gran ocasión, pero, de forma inexplicable, su disparo se fue por encima del larguero.
En este punto, el Atlético de Madrid se tuvo que enfrentar a un auténtico ejercicio de supervivencia. Si querían sacar algo positivo de San Siro, tenían que aguantar las llegadas de su adversario, que empezaba a vivir de nuevo cerca de la meta de Oblak. La sangre fría iba a jugar un papel fundamental en este duelo, que no dejaba de hacer vibrar a los aficionados de los dos equipos.
La vuelta de Morata coincide con los mejores minutos del Atlético
Simeone, que no quería perder el control del partido, tuvo que tomar medidas para impedir que esto sucediera. No perdió demasiado el tiempo el argentino, que dio entrada a Morata, quien, en apenas ocho días, se ha recuperado de su lesión y volvía para intentar ayudar a sus compañeros. Con este cambio, Marcos Llorente se retrasaba para regresar a su posición natural.
Con la vuelta del madrileño, parecía que el equipo había dado un paso adelante. Lino tuvo la primera gran llegada, pero su disparo, mal ejecutado, se fue desviado.
Llorente, pocos minutos después, generó otra clara situación para intentar adelantarse. Sin embargo, la presión defensiva interista impidió que subiera el 0-1 al marcador.
De este modo, se confirmó que este tramo del duelo era colchonero, gracias a su gran rendimiento. Poco a poco, las ocasiones se empezaban a acumular, sumando una de Koke cuyo lanzamiento se fue por encima de la portería de Sommer. El Inter se había retrasado un poco, consciente de que su rival estaba creciendo y no debía permitir que esto se produjera.
El Atlético sufre ante el aumento del ritmo del Inter en los últimos minutos
Con todo, los locales no dejaban de generar ocasiones, destacando una de Arnautovic, que mandó el balón por encima del larguero. Con todo, no se dejaba de buscar la portería defendida por Sommer, sin cejar en el empeño de anotar, con lo que eso significa. En esta fase, los ‘neroazzurros’ buscaban exprimir su velocidad y fuerza, mientras que los de Simeone intentaban volar a la contra.
La claridad gobernaba en los ataques del conjunto italiano, que no cejaba y seguía generando grandes situaciones de gol. La presión a la que estaban sometiendo a los rojiblancos estaba siendo muy intensa, y más, teniendo en cuenta que se encaminaban poco a poco al tramo final. Con el paso de los minutos, los locales mostraron su mejor versión, que estaban asediando a los de Simeone, que tenían problemas para despejar.
No se podían creer los aficionados de San Siro la poca puntería que estaba teniendo su equipo, que fallaba claras ocasiones. Lautaro, de cabeza, volvía a poner a prueba la atención de Oblak, que atrapó de forma sólida el balón. Las malas noticias se acumulaban, ya que Griezmann se marchó del campo dolorido, haciendo saltar las alarmas.
Reinildo entrega en bandeja al Inter el primer gol del partido
En medio de la gran resistencia que estaba mostrando el Atlético, llegó la primera diana del Inter. Arnautovic, que se aprovechó de un gravísimo error defensivo de Reinildo, pudo batir al meta esloveno. A pesar de que Samuel Lino intentó por todos los medios despejar la pelota, el cuero se terminó introduciendo en la portería, rompiendo al equipo.
A pesar de esto, no se rindieron e intentaron igualar la contienda en los últimos minutos. Lino, desde fuera del área, se quedó cerca de anotar, pero su disparo se fue desviado de la meta del Inter, que empezaba a hundirse. Morata, cazando un buen centro de Correa, se quedó muy cerca del empate, pero el tiro se fue fuera por poco.
El paso adelante que dieron los de Simeone fue muy notable, pero la puntería brillaba por su ausencia. A pesar de sus acometidas en el último período, incluyendo más llegadas de los italianos, el marcador se quedó como estaba. De este modo, Atlético e Inter lo dejan todo para el partido de vuelta, que se disputará en el Metropolitano.