El Atlético, que no tenía margen de error, no quería dejarse intimidar por el ambiente de San Mamés. Por ello, en el inicio del encuentro, se vio a un equipo intenso, con intención de acercarse pronto a la meta contraria. Ante un Athletic que buscaba exprimir la renta obtenida en la ida, el conjunto madrileño buscaba apretarles desde los primeros minutos.
No tardaron demasiado los rojiblancos en tener la primera gran ocasión del choque. Samuel Lino, en el interior del área, probó al meta, pero este, sin problemas, detuvo su lanzamiento. No debían dejar de mirar hacia su propia portería, conscientes de que los de Valverde buscarían poner contra las cuerdas a Oblak en cualquier momento.
Iñaki Williams congela el buen inicio del Atlético
En esos primeros compases, era el Atlético el que tenía las ocasiones, algo que se confirmó después del cabezazo de Mario Hermoso. No estaba siendo un choque como el que se disputó en Liga, cuando los locales asediaron desde el comienzo a los visitantes. Sin embargo, todo esto cayó en saco roto, cuando fue el Athletic el que se adelantó en el marcador.
Iñaki Williams, que se aprovechó de un buen centro lateral de Nico, no lo dudó a la hora de rematar. El delantero del conjunto vasco empaló el balón y batió a Oblak, lo que puso todavía más contra las cuerdas a los colchoneros. Este fue un durísimo golpe, y el Atlético de Madrid tenía que remar contracorriente.
El partido exigía una reacción, y había que escapar del varapalo que supuso la primera diana. Llorente, pocos minutos después, tuvo una buena ocasión, pero su disparo se fue por encima del larguero. El Athletic, que intentaba aprovechar su gran inercia, buscaba llegar con una gran mordiente a la meta del esloveno, aprovechando que la defensa no pasaba su mejor momento.
El Atlético no baja los brazos y rema contracorriente en Bilbao
Los minutos pasaban, y el desafío al que se tenían que enfrentar era cada vez mayor. El tanto supuso que el cuadro colchonero estuviera en la lona, buscando algo que le permitiera respirar. No estaba siendo su peor encuentro, y, cada vez que superaban la presión, generaban peligro, pero no tenían el acierto necesario para meterle el miedo en el cuerpo a su rival.
El principal problema era la defensa, que estaba cometiendo demasiados errores, y muy groseros. Las pérdidas innecesarias generaban grandes problemas, y de eso se aprovechaba el equipo de San Mamés. Nico Williams tuvo una de las llegadas más claras, pero, en esta ocasión, su lanzamiento se fue desviado.
Asimismo, las ocasiones que se tenían para intentar igualar la contienda tampoco tenían la precisión necesaria. Tras una buena jugada, Ángel Correa tuvo el gol del empate, pero su lanzamiento se fue muy por encima de la portería del Athletic. Se siguió intentando, y no dejaban de intentar incomodar a la zaga contraria.
Los Williams, antes del descanso, complican todavía más la eliminatoria para el Atlético
En los últimos minutos de la primera mitad, llegó la segunda diana del Athletic Club, mucho más acertado. Nico Williams, tras asociarse a la perfección con su hermano, no dudó a la hora de empujar el balón a la red. El segundo tanto sentenciaba prácticamente la eliminatoria, señalando a Hermoso, Witsel y Savic, que aparecieron en la fotografía.
El Atlético debía reaccionar y salir de su mal momento en la segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios, el Atlético tenía que dar un claro paso adelante para, por lo menos, recortar distancias. El caballo de batalla era aumentar la intensidad y asfixiar en la presión a sus adversarios, que se encontraban muy cómodos sobre el campo. Con poco, muy poco, los locales llegaban con mucha facilidad a la meta de Oblak, generando claras situaciones de gol.
Los gravísimos errores defensivos eran una constante para los rojiblancos, que no terminaban de resolver estos problemas. El conjunto de Bilbao no dejaba de tener grandes llegadas, y, por suerte para Simeone, no pudieron aumentar su ventaja en el marcador. Lejos de aumentar el nivel, se evidenció que habían empeorado, y de forma sustancial.
El Athletic estaba siendo notablemente superior, y el técnico argentino debía reaccionar de forma urgente para impedir una goleada. Con la entrada de Barrios o Reinildo, intentó evitar una sangría en el medio y en la zaga. A pesar de esto, el Atlético tuvo alguna llegada para intentar incomodar a la defensa, pero sus disparos no eran lo suficientemente buenos.
Guruzeta sentencia el partido y la eliminatoria ante un Atlético indolente
El entrenador tenía la esperanza de que los cambios pudieran cambiar algo en su equipo, pero no parecía que fueran la solución a sus males. Mientras, el cuadro local no dejaba de apretar, consciente de que el Atlético se podía meter en cualquier momento en el partido. De hecho, apenas minutos después, se confirmó el mal momento colchonero.
Guruzeta, tras aprovecharse de un fallo de Oblak, solo tuvo que empujar la pelota para marcar el 3-0 de los de Valverde. San Mamés estalló de alegría, consciente desde hacía tiempo de que ya estaban en la final de La Cartuja, ante un equipo indolente, sin alma y que dejó muy mala imagen. A los capitalinos, les quedaba poco por hacer en uno de sus peores partidos de la temporada.
De los pocos que se salvaban de esta debacle, se encontraba Samuel Lino, que no dejaba de intentarlo. El carrilero quería tirar de su equipo, generando llegadas claras, pero sus compañeros no le estaban acompañando. En una situación de lo más inusual, habían entregado el choque, con unas sensaciones muy malas.
El Atlético, muy tocado, no remonta y se queda sin final de Copa
En todo momento, se ha notado una diferencia prácticamente abismal entre los dos conjuntos. Mientras que el Athletic siempre ha peleado por alcanzar la final, el Atlético ha mostrado su peor versión en uno de sus peores partidos en cuanto a actitud. No solo de la temporada, sino desde que el técnico se hizo cargo del banquillo colchonero.
En los últimos minutos, el Atlético quiso dar un paso adelante e intentar buscar la portería contraria. Depay, con un gran lanzamiento, tuvo la llegada más clara para los suyos, pero un inspirado Aguirrezabala, con una enorme parada, pudo detener su disparo. Así, moría una de las pocas grandes opciones de los madrileños para intentar recortar distancias.
Esta reacción, aunque loable, llegó demasiado tarde, debido a lo abultado del marcador en San Mamés. El paso adelante que tanto se pedía no fue, ni de lejos, suficiente para remontar la eliminatoria. Así, el Atlético de Madrid se queda sin la final de Copa y sigue ahondando en su mala racha en todas las competiciones.