El Atlético de Madrid atraviesa un inicio de temporada en el que las carencias ofensivas han quedado a la vista. El conjunto de Simeone ha mostrado dificultades claras para desequilibrar en los metros finales, especialmente cuando los rivales se encierran atrás. La falta de un regateador que abra partidos empieza a pesar en el rendimiento.
La prueba más reciente se vio en el choque ante el Elche, donde la insistencia no se tradujo en acciones desequilibrantes. No es un caso aislado, ya que los números en los dos primeros partidos reflejan la tendencia. Los colchoneros han intentado 38 regates y solo 16 fueron exitosos.

Mercado cerrado... salvo salidas
El análisis de los datos contra el Elche revela la magnitud del problema. El Atlético probó hasta 21 regates, pero apenas seis tuvieron éxito, con especial escasez en las bandas y solo uno se logró, el de Marcos Llorente en el minuto 87. En el área, Sorloth fue el único capaz de generar peligro con tres intentos efectivos.
Esta necesidad urgente ha alimentado los rumores de mercado. Matteo Moretto adelantó que Yannick Carrasco había sido ofrecido al Atlético, pero el club descarta esta vía. La directiva asegura que no existe comunicación oficial con el entorno del jugador.

Además, la línea marcada por la entidad es clara: rejuvenecer la plantilla. Carrasco, con 32 años y procedente de la liga saudí, no entra en ese perfil. La apuesta se orienta hacia futbolistas jóvenes que encajen en un proyecto con proyección.
Pendientes de la gran estrella de Francia
En ese escenario ha reaparecido con fuerza Matías Fernández-Pardo. El atacante hispano-belga de 20 años, actual jugador del Lille, ha despertado un interés creciente en Europa. Su decisión de representar a la Selección española aumenta todavía más su atractivo mientras que Atlético y Villarreal figuran entre los clubes que siguen sus pasos de cerca.
Con contrato hasta 2029 y un valor de mercado estimado en 15 millones de euros según Transfermarkt, Fernández-Pardo no será un fichaje sencillo. El presidente ha bloqueado todas las ofertas recibidas hasta ahora y el técnico Bruno Genesio ha tensado más la situación con unas fuertes críticas al entorno del jugador. La relación entre club y futbolista se ha deteriorado al punto de estar prácticamente rota.
Fernández-Pardo, sin embargo, continúa dando argumentos sobre el césped. En el último encuentro salió desde el banquillo y asistió a Giroud en el gol decisivo ante el Mónaco. El Submarino Amarillo, que logró clasificarse para la Champions League tras una gran campaña en LaLiga, busca fortalecer su plantilla.
Oportunidad de oro en LaLiga
El deseo del atacante es salir para consolidar su carrera con mayor tranquilidad. Atlético y Villarreal, conscientes de esa oportunidad, mantienen su interés a la espera de que el Lille afloje su postura. El pulso por hacerse con una de las grandes promesas del fútbol español apenas acaba de comenzar.