Gabriel Paulista fue un fichaje fugaz en un Atlético que andaba necesitado de defensores y donde se creyó que la llegada del zaguero valencianista sería una buena opción para reforzarse. Nada más lejos de la realidad, Paulista no contó apenas para Diego Pablo Simeone, quien le guarda un profundo respeto por su profesionalidad y buen hacer los meses que entrenaron juntos. Sin embargo, el brasileño se mantuvo equidistante en los planes del Cholo, quien prefirió exprimir del todo el jugo de otros pilares de la entidad colchonera que ya se han marchado.
A los nombres de Stefan Savic, Mario Hermoso o Caglar Soyuncu, se les añadió el de Paulista a final de temporada, quien había logrado salir del Valencia, donde andaba casi retenido. Los ché no querían dejarle marchar, por lo que le ofrecieron al Atlético una cesión que aceptaron encantados, aunque no todo salió según tenían ambos en mente en un principio. Hace poco, Paulista se sinceró con Relevo y habló sobre cómo fue su salida del conjunto valencianista y lo que suponía para él vestir la camiseta del Atlético de Madrid.
Las palabras de Gabriel Paulista sobre su etapa en el Atlético de Madrid
El que fuera zaguero del conjunto colchonero declaró que "estaba como en un sueño" cuando vestía de rojo y blanco, algo que afirmó con orgullo y de lo que se enorgullece. Paulista, afligido, declaró que "lo pasé muy mal, te juro por mis hijos que yo no conseguía salir del Valencia" en referencia a su abrupta salida del conjunto de Rubén Baraja. Sin embargo, Paulista salió, vistió la rojiblanca y cuenta con orgullo lo que supuso para él jugar en el Metropolitano y entrenar a las órdenes de Diego Simeone.
Sobre su breve estancia, el brasileño afirmó que "me quería quedar un poco más, pero son cosas del fútbol y salgo contento, recibí un montón de mensajes de algunos compañeros". El Cholo le guarda un profundo respeto por su profesionalidad y que eso para él "es lo máximo", cosa de la que seguro se ha hecho eco el propio Simeone. Rememorando con alegría este periplo como rojiblanco, Paulista dice no arrepentirse de haber llegado a la capital a pesar de no contar apenas con oportunidad ni minutos de juego como colchonero.
Un orgullo suficiente
Para él, más allá de poder jugar o no, el simple hecho de haber llegado al Atlético es algo que le eriza la piel, algo que llevará siempre con él. Paulista llevaba años siendo uno de los mejores defensores de LaLiga, razón de más por la que el Atlético de Simeone apostó por él para reforzar su defensa. Guardando siempre un grato recuerdo de su etapa, tanto Paulista como el club se respetan y esperan que a cada uno le vaya bien en su futuro profesional.