No lo ha tenido nada fácil desde su llegada al Atlético de Madrid, Giuliano Simeone es un jugador que, a pesar de algunas de sus limitaciones, deja todo en el campo. Su apellido siempre ha estado presente y, para muchos, resulta imposible olvidar que es el hijo de Diego Simeone. Esa etiqueta ha sido utilizada en ocasiones como arma arrojadiza contra las decisiones de su propio padre.
Quizá por ello, en su día, el propio Cholo Simeone confesaba que no quería entrenar a ninguno de sus hijos y que, por ejemplo, con Giovanni nunca pensó en ficharlo. Con Giuliano la historia fue diferente, Desde que llegó a la cantera del Atlético, se ganó su sitio con coraje y corazón, como su padre. Fue escalando equipos hasta llegar al filial, donde debutó junto a un tal Fernando Torres, que se estrenaba como asistente técnico en Poblense.

Aquel día Giuliano anotó su primer gol con la camiseta rojiblanca, en el filial fue clave para ayudarle al ascenso a Segunda RFEF, junto a su inseparable amigo Carlos Martín. Después le tocó salir cedido al Real Zaragoza y posteriormente al Deportivo Alavés, en Vitoria sufrió una grave lesión que lo apartó de los terrenos de juego durante muchos meses. Aun así, luchó para volver, se ganó un puesto y regresó con fuerza al Atlético de Madrid.
El salto definitivo en el Atlético de Madrid
La pasada temporada, sin que nadie lo esperase, Giuliano derribó la puerta a base de trabajo y esfuerzo. Logró dejar atrás el mito de su apellido y convertirse en un jugador clave dentro de la plantilla. Simeone padre decidió ubicarlo por la banda derecha y siempre ha recalcado que a Giuliano nunca nadie le regaló nada.

Ese esfuerzo tuvo su recompensa, Lionel Scaloni decidió convocarlo con la selección argentina, con la que ya se estrenó en un partido histórico: nada menos que en el clásico ante Brasil. Allí logró un gol que emocionó a todo el pueblo albiceleste y que confirmó que el atacante rojiblanco estaba preparado para grandes retos.
Su nombre ya forma parte de las quinielas para el próximo Mundial. En Argentina ven a Giuliano como un futbolista con hambre, sacrificio y una mentalidad muy marcada por la filosofía de su padre. En unas declaraciones para el diario Clarín, Giuliano Simeone abrió su corazón y habló de sus sensaciones en este momento tan especial de su carrera.
Mentalidad ganadora
"Todo pasó muy rápido: jugar en el Atlético y debutar con la Selección, Mientras te ponés a parar la pelota y pensar en todo lo lindo que tenés. Tenés que disfrutar de lo que te está pasando, hay otros jugadores que siguen trabajando, que quieren su oportunidad para estar en tu lugar y que pueden superarte. Por eso hay que esforzarse, estar al máximo y siempre estar predispuesto al cien por ciento para el club y la Selección", explico.
Giuliano Simeone tiene claro que le toca afrontar la competencia: "Si te relajas, hay otro que está esperando por tener la oportunidad que vos esperaste toda la vida. Mi sueño es estar en el Mundial", zanjó.