El Atlético de Madrid no se rinde en su intento de reforzar la medular con un fichaje de primer nivel. La dirección deportiva de los rojiblancos sigue con atención la situación de un futbolista que podría convertirse en el heredero de Koke en el centro del campo colchonero. A pesar de la dificultad de la operación, el club cree que puede seducir al jugador con su ambicioso proyecto y la posibilidad de jugar en un entorno muy favorable.
El equipo madrileño tiene claro que la calidad y jerarquía de este centrocampista encajarían perfectamente en la filosofía del Cholo Simeone. Además, cuentan con un factor clave para intentar convencerle: el grupo de argentinos que ya forman parte del vestuario rojiblanco. Jugar en Madrid junto a Rodrigo de Paul, Nahuel Molina, Ángel Correa, Giuliano Simeone e incluso su gran amigo Julián Alvarez podría ser un enorme atractivo muy determinante.
Sin embargo, la operación no será sencilla. Su club no tiene ninguna intención de desprenderse de él fácilmente y ha dejado claro que solo negociaría por una cifra superior a los 100 millones de euros. Un precio que supone una barrera casi insalvable para los rojiblancos, que deberían recurrir a fórmulas creativas para financiar el fichaje.
Un fichaje estratégico y un plan ambicioso
El Atlético de Madrid sabe que la situación económica del Chelsea no es la mejor y que una ausencia en la próxima edición de la Champions League puede cambiar las cosas. En ese escenario, los colchoneros intentarían aprovechar la oportunidad para convencer al jugador y forzar una negociación más favorable. Aunque son conocedores de la enorme dificultad que tiene convencer al Chelsea y al propio Enzo, que todavía cree en el proyecto blue.
El futbolista, que llegó a la Premier League por una cifra cercana a los 121 millones de euros, no ha logrado consolidarse como la estrella absoluta del Chelsea. A pesar de su talento, el equipo no ha terminado de encontrar regularidad, y el argentino podría valorar un cambio de aires si el Chelsea no entra en Champions League.
Un golpe en la mesa con Julián como aliado
Para el Atlético, su incorporación sería una apuesta de presente y futuro. A sus 24 años, cuenta con una experiencia en la élite que pocos jugadores pueden igualar a su edad. Además, su capacidad para manejar el balón, su despliegue físico y su llegada al área le convierten en un perfil ideal para reforzar el mediocampo de los colchoneros.
En Madrid, el club cree que el entorno y la vida en España pueden jugar un papel clave en la decisión del jugador. No solo podría compartir vestuario con varios compatriotas, sino que también disfrutaría de un estilo de vida más cercano al que tenía en la Argentina o en Portugal.
Otro punto a favor es el factor Julián Alvarez, la araña ya es la estrella del Atlético y traer a su amigo sería un paso más para consolidarse. En la selección argentina y en River Plate ambos han demostrado que se entienden a la perfección, y reencontrarse en el club rojiblanco podría ser un aliciente extra.