"Si algo funciona, no lo muevas". Es la nueva máxima de Simeone. Lo del Atleti este año tiene buena pinta y el Cholo tiene gran parte de responsabilidad. Ha sabido mover las piezas del juego justo cuando el equipo lo necesitaba. El ejemplo es Marcos Llorente. El madrileño empezó el curso como un tiro, pero con la vuelta en el once de Nahuel Molina se apagó. Y fue de golpe y porrazo. ¿La solución del Cholo? Mover su pieza y cambiarla por la de Rodrigo de Paul.
Y así el Atleti funciona. A Marcos Llorente no le fue bien la vuelta al campo de Nahuel Molina. Perdió profundidad y juego por banda, pues el argentino es quien ocupa prácticamente todo el carril derecho del ataque atlético. Con Rodrigo de Paul de volante, Nahuel Molina gana libertad y De Paul se ciñe a su principal virtud: la contención.
Marcos Llorente, a rebufo
Pese a estar en la prelista de Luis de la Fuente, Marcos Llorente se quedó finalmente fuera de la selección española. Será un tiempo vital e importante para el madrileño. Pues, mano a mano con el Cholo Simeone, deben trabajar para encontrar su encaje en el once.
Marcos Llorente es uno de los hombres más importantes de este Atleti. De hecho, este año empezó de la mejor manera marcando dos goles en los primeros tres encuentros de Liga. Pero la irrupción de Molina lo cambió todo. Con la vuelta de Rodrigo de Paul, Llorente no jugó de inicio el partido ante el Feyenoord.
Sintomático, pues era hasta la fecha el partido más importante de la temporada. ¿Otro dato? El día de la Real Sociedad salió de inicio, pero en el puesto de Saúl Ñíguez para no obstaculizar a Nahuel Molina.
El remedio de Simeone
Por el momento, el remedio de Simeone tiene nombre y apellidos: Rodrigo de Paul. Con el mariscal argentino el Atleti está más en 'su salsa' y el equipo lo nota.
Diego Pablo Simeone tiene ahora dos semanas para pensar y dar un nuevo encaje a Marcos Llorente. Veremos si lo consigue.