El fútbol muchas veces deja historias que llaman la atención más allá de la élite. Una de ellas se ha dado en la Comunidad de Madrid, con un protagonista que es conocido en el mundo entero. Germán “Mono” Burgos ha decidido dar un paso inesperado en su carrera.
El exsegundo de Diego Pablo Simeone ha aceptado ser ayudante en un club modesto. Hablamos del Nuevo Pinto, que milita en la Regional Preferente Madrileña. Aprovechando ese nuevo reto, el argentino ah pasado por los micrófonos de Radio MARCA para hablar de su nueva vida y el Atlético de Madrid.
Una trayectoria con ejemplos claros
Burgos explicó que en Newell’s Old Boys hizo debutar a más de diez jugadores en la élite. Un tiempo después, tres de ellos fueron vendidos por un total de siete millones y medio de dólares. En su etapa en Grecia, en el Aris, también impulsó a varios futbolistas, y uno de ellos terminó en Olympiacos.
Su paso por el Atlético de Madridcomo segundo de Simeone duró ocho años. Allí fue pieza clave en títulos y grandes noches. “La decisión de no seguir fue mía, pensada y tomada, y estoy feliz porque me da libertad de elegir proyectos”, afirmó.
De hecho, reveló que rechazó varias ofertas para seguir en la élite. “Un equipo me llegó a llamar 17 veces”, dijo entre risas. Prefirió esperar un reto que le hiciera sentir motivación real.
Confianza plena en Simeone
En la entrevista también habló de la actualidad rojiblanca. El Atlético atraviesa una racha negativa con solo dos puntos de nueve posibles. Sin embargo, Burgos mostró confianza absoluta en su antiguo compañero.
“Seguro lo sacarán adelante”, comentó. Explicó que no ha seguido los partidos completos, aunque ha visto los goles y confía en la calidad de la plantilla. “Lo pueden revertir perfectamente”, añadió.
El debate sobre el Cholo está muy vivo, pero para Burgos no hay dudas: “La presión es su forma de vida, vamos, que por ahí no hay ningún problema”, sentenció. También dio su opinión sobre los nuevos fichajes, elogió a Nico González y se mostró entusiasmado con Thiago Almada, al que definió como el que más le gusta. Incluso lo calificó como “el timón de Argentina” en el esquema de Scaloni.
Por eso insistió en que el nivel de la plantilla rojiblanca es altísimo. Tener campeones del mundo, dijo, es sinónimo de estar más cerca de la victoria. Una mirada optimista que refleja la misma pasión que lo llevó a aceptar el reto en Pinto.