La llegada de Nicolás González al Atlético de Madrid empieza a mover fichas peligrosas en el mercado. El argentino, actualmente en la Juventus, está más cerca que nunca de convertirse en nuevo jugador rojiblanco. El movimiento, sin embargo, no llega solo: podría traer consigo una venta dolorosa, la de un jugador que aparece en la órbita de la Juventus como parte de la operación.
Las conversaciones entre ambos clubes avanzan a gran velocidad, la cifra que se maneja es similar para ambos futbolistas, unos 30 millones de euros por cabeza, una operación prácticamente espejo. Aunque desde Italia presionan, El jugador colchonero no ve clara su salida y no está del todo convencido de dejar el Atlético de Madrid. El problema es que, con Nico en camino, su adiós empieza a sonar a definitivo.
Nahuel Molina tiene dudas de salir, pero en el Atlético de Madrid le ven absolutamente sentenciado, la llegada de Nico significaría un cambio en la estructura del equipo. Una apuesta que Simeone defiende personalmente, el técnico cree que el argentino puede ser un revulsivo, un jugador diferente, y por eso ha avalado esta operación con todas sus fuerzas. Simeone quiere ayudar a recuperar a Nico, quien en la Fiorentina fue uno de los mejores regateadores de Italia, y que además es un jugador de mucho sacrificio.
El Atlético apuesta por recuperar a Nico
Lo que en apariencia podría parecer un simple movimiento de mercado esconde un trasfondo mucho más grande. Nahuel Molina, campeón del mundo con Argentina, era uno de los jugadores fetiche de Simeone. Su posible salida significaría un golpe interno en el vestuario, pero también un aviso de que los tiempos están cambiando en el Atlético de Madrid.
Nicolás González llega de una temporada decepcionante en Turín, pese a que los turineses pagaron casi 40 millones de euros por él. En la Juventus no ha tenido continuidad ni protagonismo, lo que ha provocado que busque de manera urgente una salida. El Atlético, necesitado de un salto de calidad en ataque, ve en él una oportunidad de mercado que no puede dejar escapar.
Nahuel, un dolor de cabeza para Simeone
El choque de intereses está servido, el club busca cuadrar cuentas y renovar piezas, mientras Simeone quiere mantener a los suyos. Si finalmente Nahuel acaba en Turín y Nico aterriza en Madrid, será interesante para ambos clubes. Para Nahuel, una nueva oportunidad de comenzar en un país donde ha rendido con Udinese, mientras que para Nico, fichar por un equipo en alza como el Atlético.
Las operaciones de este verano no solo marcan fichajes y ventas, también ponen sobre la mesa la continuidad de Diego Pablo Simeone. El técnico argentino siempre ha tenido el control deportivo del Atlético. Pero este intercambio de piezas podría confirmar que su influencia en los despachos se está diluyendo.
La llegada de Nico González no es solo un fichaje. Es un símbolo de un Atlético que empieza a mirar hacia otra dirección, donde la economía y las oportunidades de mercado pesan más que las decisiones del entrenador. En el caso de confirmarse la venta de Nahuel Molina, la sensación será clara: el club ha tomado una decisión por encima del propio Simeone.