El Atlético de Madrid ya empieza a planificar la temporada 2025-2026 con dos nombres sobre la mesa: Clément Lenglet y Juan Musso. Ambos jugadores, cedidos actualmente, han convencido tanto al cuerpo técnico como a la directiva, y el objetivo es garantizar su continuidad más allá del próximo verano. Tanto el central francés como el portero argentino han tenido un impacto positivo en la dinámica del equipo liderado por Diego Pablo Simeone.
Con el mercado invernal en marcha, pero sin grandes movimientos esperados, el Atlético centra sus esfuerzos en solucionar estas dos situaciones de cara al próximo mercado estival. Carlos Bucero, nuevo director general de fútbol tras la salida de Andrea Berta, lidera las conversaciones que podrían cerrar las primeras piezas. Con ellas el proyecto buscará consolidar la competitividad rojiblanca en todas las competiciones.
Clément Lenglet, de parche a pieza clave
Lenglet llegó al Atlético en los últimos días del mercado de verano como una opción de emergencia tras no concretarse la incorporación de Hancko. Sin embargo, su rendimiento ha superado las expectativas. Su capacidad para adaptarse tanto a la defensa de cinco como a la de cuatro ha sido clave en su integración al esquema de Simeone.
El francés ha demostrado ser un central zurdo fiable y versátil, ganándose un puesto como titular indiscutible en muchos partidos, incluso con la recuperación de Robin Le Normand. El Atlético ya valora seriamente plantear al Barcelona, dueño de su ficha, un traspaso definitivo o una nueva cesión. La delicada situación económica del Barça podría facilitar las negociaciones, repitiendo operaciones exitosas como las de Luis Suárez, Griezmann o Memphis Depay.
Juan Musso, una apuesta segura bajo palos
En el caso de Musso, el argentino ha aportado seguridad y solidez en cada una de las oportunidades que ha tenido. A diferencia de anteriores porteros suplentes como Grbic o Moldovan, Musso ha convencido tanto a Simeone como a los aficionados con sus actuaciones. Lo ven como una garantía en la portería y ayuda a que Jan Oblak sienta que no puede bajar el nivel.
Cedido por la Atalanta, su contrato incluye una cláusula de compra obligatoria si alcanza los 25 partidos. Sin embargo, con Oblak como titular indiscutible, es poco probable que cumpla este requisito. A pesar de ello, el Atlético trabaja en una renegociación con el club italiano para asegurar su continuidad, ya que el vestuario y el cuerpo técnico valoran enormemente su impacto.